En Mendoza existen más de 300 desarrolladores de videojuegos dedicados a producir nuevos títulos, según una estimación de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentinos (ADVA).
Tan sólo en 2019, en Argentina se generaron 495 millones de dólares en la industria del Gaming, según el reporte Global de Games realizado por Newzoo, ubicándose tercero en Latinoamérica detrás de México y Brasil. El problema, sin embargo, es la falta de estructura y acceso a financiación para consolidar los distintos proyectos.
"Uno no puede ir al banco porque le piden un bien físico para garantía. Mi producto entra en un pendrive. Incluso el valor está en la propiedad intelectual y no en el juego en sí", explicó a dario El Sol Ignacio Baldini, representante local de ADVA y director de Bacus Studios. Un ejemplo de esa situación es Fortnite, que se puede descargar gratis, pero obtiene dinero con la venta de tarjetas, muñecos, y distintos factores para personalizar a los personajes que el jugador utiliza.
Por su parte, el fundador de Bitr Studios, Guillermo Núñez, detalló que el proceso puede demorar desde 6 meses hasta 8 años. "Estar todo ese tiempo sin ver ingresos si es tu primer videojuego no es viable, hay que buscarle la vuelta. Ethereal, por ejemplo, es un excelente juego local que tardó cinco años", ejemplificó.
"Hay mucho talento a nivel local y recién empezamos la parte de internacionalización. Además, hay muchos indicios de crecimiento: se puede estudiar la carrera, hay cursos para estudiantes de secundaria y la UNCuyo hace seminarios de desarrollo de videojuegos", agregó.