La defensa oficial de Isaís Nelson Hurtado, el pastor chileno acusado de captar a decenas de personas en condiciones de vulnerabilidad en Mar del Plata para explotarlas laboralmente y abusar de al menos cuatro de ellas, pidió su absolución y remarcó que los fieles que asistían al templo que él lideraba eran "libres" y "no sufrían ningún lavado de cerebro".
Durante los alegatos de cierre del juicio que se le sigue a Hurtado, sus defensores, Manuel Bailiú y José Galán, consideraron que los delitos que se le imputan "no pudieron acreditarse", y que "lo único que se ha mostrado es la existencia de una congregación religiosa".
"Se ha intentado brindar una imagen de Isaías como una especie de manipulador mesiánico", señaló Galán ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal marplatense, Roberto Falcone, Mario Portela y Alfredo Ruiz Paz.
Hurtado, quien llegó al juicio detenido en la cárcel de Ezeiza, está imputado por los delitos de "trata de personas agravado", "abuso sexual con acceso carnal" y "amenazas", y el fiscal Juan Manuel Pettigiani había solicitado días atrás en su alegato una condena a 35 años de prisión.
Pettigiani, quien comparó al acusado con el criminal estadounidense Charles Manson por su métodos de captación de víctimas, consideró probado que al menos desde el 30 de julio de 2008 hasta el 4 de julio de 2016, el pastor reclutó a 23 personas "utilizando el engaño, la coerción y el abuso de la situación de vulnerabilidad en que se encontraban".
Por su parte, los defensores cuestionaron a lo largo de más de cuatro horas los argumentos de la fiscalía, y señalaron que más allá de los testimonios, "faltaron exámenes científicos y diagnósticos concluyentes para determinar eventuales alteraciones de la voluntad" de las víctimas.
El juicio continuará el 11 de diciembre con la última palabra de los imputados, y luego se definirá la fecha del veredicto.