Tal como se cuenta en las páginas doradas de la historia nacional, un día como hoy, 25 de mayo de 1982, objetivos de superficie fueron atacados desde el aire por nuestros intrépidos pilotos. Desde los Súper Etendard, cazabombarderos navales, fueron disparados dos misiles Exocet provocando una de las pérdidas más importantes para los ingleses.
Los vuelos partieron desde la localidad fueguina de Río Grande. Los aviones pertenecientes a la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, fueron pilotados por el Capitán de Corbeta Roberto Curilovic, secundado por su numeral, el Teniente de Navío Julio Héctor Barraza. Juntos despegaron y pusieron rumbo hacia el Norte y se acercaron a Puerto Deseado, Santa Cruz.
Allí giraron a la derecha, rumbo Este, para reabastecerse de combustible con el avión Hércules C-130. Luego del repostaje, se dirigieron a la zona de combate. Este trayecto fue a vuelo rasante para eludir los lóbulos de radares británicos. Lo fuselajes iban a 20 metros de la superficie del agua.
Cuando se iban aproximando a la zona donde posiblemente estaba la flota británica, levantaron vuelo y detectaron, en sus pantallas de radar, una gran silueta de un buque. El Capitán Curilovic ordenó el ataque al objetivo. Tanto él como su numeral abrieron fuego y los misiles Exocet se desprendieron de su lanzador para comenzar la trayectoria hacia el blanco que estaba a 30 kilómetros. Los ingleses jamás notaron su presencia.
Los dos misiles lanzados impactaron sobre la banda de babor del buque de transporte. En el sector se produjo un incendio que se volvió incontrolable para los tripulantes y obligó a abandonar la nave de 212 metros de largo.
En el ataque, los ingleses, perdieron la embarcación de 31.600 toneladas, más 10 aeronaves, entre aviones y helicópteros que se utilizarían para helitransportar a la infantería inglesa a Puerto Argentino (80 kilómetros de distancia de Oeste a Este). También se perdieron repuestos para las aeronaves británicas y todo el equipo para 4500 hombres, lo que equivalía a una brigada de soldados. Además, transportaban tanques inflables de combustible, 6 camiones abastecedores, vehículos de combate, misiles y una pista de aterrizaje vertical que iba a ser montada en la Bahía San Carlos.
Cuatro Horas más tarde, los pilotos navales regresaron a Río Grande, donde se anoticiaron del hundimiento, reconocido por la famosa cadena de noticas British Broad Casting (BBC) de Londres.
Por otro lado, los pilotos de una escuadrilla de A4B de la Fuerza Aérea Argentina, había hundido a la fragata HMS “Coventry” en la entrada a la Bahía San Carlos. Comentarios británicos, en documentales de guerra, reconocieron que nunca habían visto ese despliegue y que era muy difícil detectar las naves argentinas.