La legislación que impedía que las lesbianas, los gays, bisexuales y transexuales ( comunidad LGBT+) sirvieran en el ejército fue modificada el año pasado tras una batalla legal que llevó adelante el exveterano de la Guerra de Malvinas Joe Ousalice, a quien le fue confiscada la condecoración tras ser condenado por un consejo de guerra en 1993 por su bisexualidad.
Ousalice, nativo de Southampton de 70 años y antiguo operador de radio que también sirvió en Oriente Medio e Irlanda del Norte durante sus 18 años de carrera, logró recuperar su medalla en 2020, la que había recibido por sus años de servicio y su buena conducta en la Royal Navy.
Antes de eso, un promedio de entre 200 y 250 personas eran expulsadas por año, según un relevamiento del diario The Guardian, lo que conllevaba la pérdida de sus medallas.
En su página web, el Ministerio de Defensa informó que estaba “comprometido a remediar este error histórico” poniendo en marcha “una política que permita a estas personas reclamar la devolución de sus medallas”, según la agencia AFP.
Los militares afectados --o sus familiares cercanos en caso de que ya hubieran fallecido-- podrán ahora solicitar que su caso sea examinado por el consejo de defensa, quien evaluará si se les concede la condecoración.
El primer ministro Boris Johnson celebró en un mensaje en Twitter el cambio, que permitirá “atajar un error histórico” y reparar esta “grandísima injusticia”.
El anuncio también fue recibido con satisfacción por la asociación de veteranos Fighting with Pride, que festejó este “regreso de los veteranos LGTB+ a la familia militar donde se les reconocerá sus servicios”.