Elena Iakovleva dejó todo atrás al irse de Rusia para vivir en Villa Elisa cuando tenía 10 años. Aficionada por la música, toca en una orquesta y comenzó a estudiar esa carrera, hasta que, por casualidad, se topó con una nueva pasión que nunca pensó que le cambiaría tanto la rutina: la extravagante gastronomía con plantas silvestres.
La mujer, que vive en esta localidad del partido de La Plata, estaba estudiando música, cuando empezó a trabajar en el Comedor Universitario de la UNLP, donde conoció todo el mundo de la cocina con plantas silvestres y se enamoró.
Aun así, ella formaba parte de una orquesta y disfruta mucho la música, pero encontró esta otra disciplina que también ocuparía un espacio en su corazón. Así fue cómo comenzó a estudiar cocina en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG).
Cómo es la vida de Elena, la mujer rusa que vive en La Plata
Elena vive en Villa Elisa, está en pareja con Carlos, con quien, además de compartir su amor, comparte su gran proyecto “Las cuatro estaciones”, donde comparten recetas, tips, cursos de cocina, degustaciones y otras actividades para ayudar a quienes quieran comenzar a alimentarse de esta forma.
La chef y música ya publicó dos libros “Ubicación actual, Edén” y “Cocina Silvestre”, del cual saldrá el segundo tomo, donde da a conocer sus mayores conocimientos sobre este tipo de cocina y todo lo que se puede hacer con las plantas silvestres, una información no tan conocida.
Además, Elena brinda talleres mensuales de reconocimiento y degustación en el Parque Ecológico Municipal desde 2021. “Ahí fue muy importante la ayuda de Virginia, la bióloga del Parque Ecológico. En enero de este año nació nuestro hijo y nos tomamos un descanso de unos meses. Probablemente, este año hagamos talleres por estación (no por mes), con un poco más de profundidad. También va a estar lindo variar para los que ya hicieron la otra modalidad”, contó a Nexonorte.
El magnífico trabajo que hace con plantas silvestres
Elena tiene una clara premisa para trabajar: “Hubo un momento en que me di cuenta de que para explorar sabores e ingredientes interesantes no había que buscar en gastronomías extranjeras sin primero agotar las fuentes de comida que tenemos literalmente bajo los pies. Eso también me cerraba por el lado económico, ecológico y de salud. Fue un camino de ida e inagotable porque siempre hay algo por descubrir”.
Para poder hacer el mejor trabajo posible con estas plantas, tuvo que estudiar botánica. Con todo lo que fue aprendiendo, escribió esos tres libros y lo pone en práctica siempre para hacer las más naturales comidas. “No hay ningún misterio, sino solo beneficios desde donde lo mires; la comida gratis es solo uno de muchos”, contó la cocinera.
También sobre sus libros, agregó: “Los libros están en la página de Ecoval ediciones, en Mercado Libre y en la Biblioteca del Naturalista. También en librerías como Cúspide, Aves Argentinas, La Encimera y Estero. Además, los vendo personalmente con envío gratis a todo el país”.