Este jueves, la Justicia platense determinó que un hombre continúe en prisión, pese a haber cumplido la condena de ocho años a la que fue sentenciado por dejar ciega a su esposa producto de los golpes recibidos. El acusado no cumplió con realizar un tratamiento sobre la temática de violencia de género que le había impuesto la justicia.
Carlos Goncharuk deberá continuar en prisión pese a que el miércoles próximo tendrá cumplida la pena impuesta en el juicio oral por el delito de "lesiones gravísimas" en perjuicio de su ex mujer, Susana Gómez, quien quedó ciega por esos ataques en el rostro, informaron a Télam fuentes judiciales.
El juez de Ejecución Penal de La Plata José Villafañe hizo lugar a un planteo de la fiscal de Ejecución Laura Lasarte después de analizar los informes sobre la salud mental de Goncharuk, su negativa a someterse a tratamientos vinculados con la temática de violencia de género y los episodios de violencia que protagonizó en las distintas cárceles en las que estuvo.
Por ello, dispuso en la resolución que se dicte una orden de internación compulsiva "para que reciba tratamiento específico, como medida de seguridad en resguardo de la víctima, familiares y el resto de la sociedad".
De acuerdo a los peritos judiciales, Goncharuk "no evidencia mecanismos revisores de su accionar e intenta responsabilizar a terceros de los hechos por los cuales está privado de su libertad".
"Aún se sostienen sentimientos de ira y enojo por la situación de encierro", indicaron los peritos, que advirtieron que presenta "agresividad contenida e intenta intimidar al entrevistador".
Por ello, el juez dispuso que el condenado siga preso hasta que "tome intervención y adopte una decisión el Juzgado de Familia que resulte competente en el caso, sobre las medidas de fondo solicitadas".
En paralelo, el magistrado ordenó al Servicio Penitenciario Bonaerense que aloje a Goncharuk en un establecimiento que posibilite su evaluación y le ofrezca "un tratamiento psicológico y socio educativo tendiente a lograr un reposicionamiento subjetivo frente a los actos de violencia de género".
En el juicio, iniciado el 2 de abril del año pasado, dejó acreditado que en junio de 2011 el hombre tomó la cabeza de la mujer y la golpeó en reiteradas oportunidades contra la pared, provocándole doble desprendimiento de retina.
Gómez relató las golpizas que sufría de parte de su esposo y cómo éste le advertía "te voy a matar, te voy a dejar ciega", lo que finalmente logró.