Más de 600 trabajadores de la mina El Aguilar, a 230 km al norte de San Salvador de en Jujuy, siguen con incertidumbre las negociaciones entre la compañía, el sindicato y el Gobierno provincial ante el inminente cierre de ese centro productivo administrado por la firma Glencore, lo que podría ocasionar “una grave crisis social y económica” en la región de Humahuaca, aseguraron fuentes gremiales y comunales.
Desde el anuncio realizado por la Compañía Minera Aguilar, dependiente de la firma internacional, a mediados de noviembre del año pasado, los trabajadores sostienen que “se puede seguir” con la extracción del mineral que posee el yacimiento.
En ese sentido, los mineros criticaron la comunicación “sorpresiva” de la empresa en relación a la declinación de recursos, y piden una “efectiva” intervención a las autoridades provinciales para solucionar el conflicto.
Santos Jorge Cayo -obrero que se desempeña en la mina hace 24 años, pasó en sus inicios por los socavones y luego se estableció en el laboratorio químico- afirmó que “la decisión de la empresa dejó a la gente grande sin la posibilidad de trabajo”.
“Queremos aportar para jubilarnos y ahora nos abandonan con los aportes a medias. Quedamos inválidos. Se ve que la empresa quiere cerrar sí o sí y se va a cortar todo el movimiento de esta región. Los trabajadores consumen las producciones de pueblos aledaños y si se muere El Aguilar, se mueren muchos pueblos”, manifestó el obrero de 54 años.
El minero recordó que sus pares “dejaron los pulmones y la vida en la mina El Aguilar”, al tiempo que reseñó: “Yo también tengo problemas de salud que se producen en la jornada laboral. Nos esforzamos al máximo y todos tenemos afectaciones respiratorias”.
Las partes del conflicto y las autoridades del Ejecutivo provincial llevan adelante desde el mes de diciembre pasado una audiencia plenaria para discutir la posibilidad de extender la producción o analizar mejores alternativas de desvinculación para los trabajadores.
Los mineros exigen que se respete las legislaciones y decretos vigentes, además de los convenios colectivos de trabajo, y reclaman que se tenga en cuenta la situación habitacional y social de cada operario.
“Si deja de producir la minera Aguilar, pierde vida la región”, sentenció Carlos Trejo, dirigente de la seccional local de la Asociación Obrera Minera (AOMA), quien refirió que solo se mantiene guardias mínimas en el lugar y los trabajadores “perciben su salarios de manera normal hasta el momento”, situación por la cual todavía “no se desató un caos social”.
No obstante, insistió con que la región “tendrá un grave problema social” por la merma inmediata del movimiento productivo y económico que sucederá si el cierre se concreta.
“Cuando se deje de pagar los sueldos, esa rueda se va a frenar. Es lo que tiene que tener en cuenta el Gobierno jujeño a la hora de intervenir en el conflicto. La preocupación, incertidumbre y aflicción de la gente es muy grande porque todo es incierto. Esa desesperación de saber que en algún momento vas a perder tu trabajo se puede transformar en bronca”, advirtió Trejo.
En ese plano la dirigencia de AOMA apela a adoptar criterios para “conservar las fuentes de trabajo”, y por eso consideran que “el Estado tiene que responder y que una empresa no puede irse de la noche a la mañana”.
Las ultimas alternativas que manejan los dirigentes del sindicato es que se “cumpla” con todas las leyes en relación a los convenios colectivos de trabajo y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno Nacional sobre la “doble indemnización” en un contexto de emergencia sanitaria.