El Gobierno de Jujuy controlará el carnaval para no prohibir esta fiesta tradicional y cultural, con medidas que tienden a evitar eventos masivos, destinadas tanto a las comparsas como a los turistas y vecinos, para garantizar las condiciones sanitarias frente al coronavirus.
Sin la tradicional “bajada de los diablos” de Uquía -120 km al norte de San Salvador de Jujuy, en cercanías a Humahuaca-, que fue suspendida, y la prohibición de los bailes y los encuentros masivos, los comparseros solo podrán participar de la chaya del mojón, el desentierro y el entierro del carnaval.
Las autoridades buscan que la festividad, como hecho cultural, pueda conservarse más allá de la pandemia, lo mismo que la actividad de los sectores gastronómico y hotelero, pero todo sujeto a restricciones que se pondrán en práctica desde el 11 de febrero.
Ese día se celebra el Jueves de Comadres, la antesala del carnaval, cuando las comadres jujeñas se reúnen para compartir su canto al son de coplas.
“No queremos tener un carnaval con muchísima gente y luego tener que tomar medidas restrictivas. Lo controlamos pero no lo prohibimos”, dijo a Télam el ministro de Cultura y Turismo de Jujuy, Federico Posadas.
En ese marco, para desplazarse entre las regiones jujeñas durante el carnaval, la gente deberá contar con una reserva hotelera, lo mismo que los turistas que ingresen a Jujuy, además del Certificado Verano.
Destino seguro a nivel nacional
Todas las actividades turísticas funcionan en Jujuy bajo protocolos de bioseguridad y, salvo La Quiaca -que está calificada como “zona amarilla”-, todos los municipios ofrecen sus circuitos, paseos, parques y monumentos naturales.
“Estamos tomando todos los recaudos para que podamos trabajar normalmente también después del carnaval”, indicó el funcionario, y agregó que “se trata de cuidar esta situación precaria que todavía tenemos pero a la vez mostrar que somos un destino seguro a nivel nacional”.
De acuerdo al protocolo para el Carnaval, las comparsas tendrán un límite máximo de 20 participantes -registrados en una lista-, actuarán sólo los días informados previamente y no podrán exceder de una hora y media cada actividad, en tanto el público podrá superar las 100 personas sólo en lugares abiertos.
Al respecto, el presidente de la comparsa “Los Alegres de Uquía”, Waldo Mendoza, dijo a Télam que “para el desentierro del carnaval haremos algo similar a lo hecho para la chaya del mojón del 1 de enero, donde sólo hubo veinte personas”.
“Se está evitando la aglomeración de personas en los mojones para evitar las multas también”, agregó el jefe de esta comparsa que todos los años protagoniza uno de los eventos más esperados del Carnaval, que es “la bajada de diablos” de los cerros, una tradición que se remonta a 1942.
Para ajustarse a lo establecido en los protocolos, todos los participantes de los festejos del Carnaval deberán usar elementos de protección como barbijos y alcohol en gel, además de preservar la distancia de dos metros como mínimo, y estará prohibida la presencia de personas con síntomas o casos confirmados de Covid-19 y de los contactos estrechos con ellos.