Los cuerpos de los botánicos Rodney y Rachel Saunders fueron encontrados con un alto grado de descomposición en Sudáfrica. Estaban desaparecidos desde el 10 de febrero de 2018.
La pareja, al parecer, fue secuestrada, además de torturada y luego lanzada a los cocodrilos. Por el grado de deterioro de sus cuerpos, tardaron varias semanas en poder identificarlos.
Una vez asesinados a golpes, los secuestradores los metieron en bolsas para dormir y los lanzaron a un río repleto de cocodrilos.
Tan solo un par de días antes de desaparecer, habían dado una entrevista a la BBC, para el programa Gardeners’ World (El mundo de los jardineros).
Rodney tenía 74 años, y su esposa era 10 años menor. Entre sus actividades, pasaban seis meses al año buscando semillas raras en diferentes ambientes, principalmente en montañas. Al mismo tiempo, eran propietarios de una compañía de semillas en Ciudad del Cabo.
El último lugar donde fueron vistos fue en las cercanías del bosque oNgoye en la provincia de KwaZulu-Natal. Allí daban inicio a una de sus expediciones.
Cuatro sospechosos del crimen de los botánicos
A causa de los asesinatos, fueron arrestadas cuatro personas, tres de ellas en Sudáfrica y la restante en Países Bajos. Se trata de Sayefundeen Aslam Del Vecchio, su esposa, Bibi Fatima Patel. También el inquilino que tenían en ese momento, Mussa Ahmad Jackson. Ya fueron juzgados en Durban, pero todos alegan sus inocencias.
Según el tribunal que los juzga, los sospechosos retiraron alrededor de 42.000 dólares de cajeros luego de secuestrar a los botánicos.
Según la policía, Ahmad Jackson fue quien los ayudó a tratar de deshacerse de los cuerpos. Los detalles del tribunal precisan: “El 23 de marzo, el tercer acusado fue arrestado e hizo una declaración en el sentido de que Patel lo despertó en su casa el 10 de febrero y le dijo que se encontrara con Del Vecchio en el camino.”
Luego agrega: “Del Vecchio manejaba el Land Cruiser y Patel y Jackson lo siguieron hasta el puente del río Tugela, donde lo ayudaron a quitar los sacos de dormir de la parte trasera del Toyota y los arrojaron con cuerpos humanos adentro al río”.
También se peritó el celular de Del Vecchio y se encontraron algunos mensajes que lo comprometieron, los cuales intercambió con su esposa y el inquilino.
El cuarto sospechoso que fue arrestado, había comprado los teléfonos de los Saunders, pero luego se comprobó que no estaba involucrado en el crimen y fue puesto en libertad.