El sismo de mayor magnitud en Taiwán en un cuarto de siglo sacudió la isla durante la hora pico de la mañana del miércoles, dañando edificios y provocando la muerte de por lo menos nueve personas y 800 heridos.
En la capital, Taipéi, cayeron baldosas de los edificios más antiguos y las escuelas evacuaron a sus alumnos a campos deportivos, equipándoles con cascos amarillos de seguridad. Algunos niños se cubrieron con libros de texto ante la posibilidad de objetos caídos mientras continuaban las réplicas.
Más tarde, un edificio de cinco pisos en el condado Hualien, cerca del epicentro en el mar, quedó inclinado en un ángulo de 45 grados sobre su primer piso derruido.
Nueve personas murieron en el temblor, registrado justo antes de las 8 de la mañana, según la agencia nacional de bomberos de Taiwán. El diario local United Daily News señaló que tres senderistas fallecieron durante un deslave en el Parque Nacional Koroko y un conductor de camioneta murió en esa misma zona después de que grandes rocas golpearan su vehículo.
Las autoridades habían perdido el contacto con 50 personas que viajaban en minibuses cuando el potente sismo cortó las comunicaciones por celular, indicó más tarde el cuerpo de bomberos.
Había más de 70 personas atrapadas, algunas de ellas en una mina de carbón, según estadísticas del gobierno. El sismo y las réplicas también provocaron 24 aludes de tierra y dañaron 35 carreteras, túneles y puentes.
La agencia sismológica de Taiwán reportó una magnitud de 7,2 para el terremoto, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus iniciales en inglés) lo situó en 7,4. El sismo se produjo unos 18 kilómetros al sur-suroeste de Hualien, con una profundidad de unos 35 km.
Los sismos a menor profundidad tienden a causar más daños en la superficie. El temblor provocó una alerta de tsunami que se retiró más tarde.
Las autoridades señalaron que solo anticipaban un sismo relativamente leve de magnitud 4 y, por lo tanto, no enviaron alertas. De cualquier forma, el sismo fue de suficiente intensidad para asustar a algunas de las personas acostumbradas a estas sacudidas.
La legislatura nacional, ubicada en lo que fue una escuela construida antes de la Segunda Guerra Mundial, también registró daños en paredes y techos.
El tráfico en la costa este de la isla quedó prácticamente paralizado debido a los deslaves y la caída de escombros que afectaron túneles y autopistas de la región montañosa. Se suspendió el servicio de trenes en toda la isla de 23 millones de habitantes, así como el servicio de metro en Taipéi, donde una línea elevada de construcción reciente sufrió una separación parcial.
La Agencia Meteorológica de Japón reportó un incremento de 30 centímetros en la marea en la costa de la isla de Yonaguni unos 15 minutos después del sismo. Se registró oleaje de menor tamaño en las islas de Miyako y Yaeyama.
El sismo se sintió en Shanghái y varias otras provincias de la costa suroriental de China, según la prensa local. China y Taiwán están a unos 160 km de distancia. China no emitió ninguna alerta de tsunami para su territorio continental.
El pánico inicial tras el sismo remitió con rapidez en la isla, que sufre temblores frecuentes y se prepara para ellos con simulacros en escuelas y avisos en medios públicos y celulares.
Stephen Gao, sismólogo y profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri, señaló que la preparación taiwanesa para los terremotos está entre las más avanzadas del mundo e incluye estrictas normas de construcción, una red sismológica de primer nivel y amplias campañas de concienciación pública sobre seguridad ante sismos.
El último sismo letal en Hualien fue en 2018, cuando un hotel histórico y otros edificios se vinieron abajo. El peor sismo de los últimos años en Taiwán ocurrió el 21 de septiembre de 1999, cuando un terremoto de magnitud 7,7 causó más de 2.400 muertes, dejó heridas a unas 100.000 personas y destruyó miles de inmuebles.
Taiwán se ubica en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una serie de fallas geológicas que rodean el Océano Pacífico y en donde ocurren la mayoría de los terremotos del mundo.