Un hallazgo inesperado en Mar del Plata dejó atónitos a especialistas de todo el mundo. En una casa del barrio Parque Luro apareció colgado en el living el cuadro “Retrato de una dama”, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), una obra que llevaba desaparecida desde la Segunda Guerra Mundial.
El descubrimiento fue revelado por el periódico neerlandés Algemeen Dagblad (AD), que detectó la pintura por casualidad en fotos publicadas en la web de una inmobiliaria local. En las imágenes de la propiedad, puesta a la venta a principios de 2023, se distinguía claramente el cuadro sobre un sillón verde y una chimenea.

Expertos de la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos confirmaron que las proporciones, los colores y los detalles coinciden con la pieza original, aunque esperan una verificación definitiva revisando el reverso del lienzo, donde suelen hallarse etiquetas y sellos históricos.
Una obra marcada por el saqueo nazi: cómo llegó a la Argentina
El cuadro pertenecía a la colección del marchante judío Jacques Goudstikker, uno de los principales comerciantes de arte de Ámsterdam, cuya galería fue saqueada tras la invasión alemana. Goudstikker murió en 1940 durante su huida a Estados Unidos, y su inventario –con más de 1.100 obras– fue adquirido a precios irrisorios por altos jerarcas nazis, entre ellos Hermann Göring.
Décadas más tarde, la viuda de Goudstikker y su hija iniciaron una batalla legal para recuperar las piezas. En 2006, los Países Bajos restituyeron más de 200 cuadros a la familia, pero el “Retrato de una dama” seguía desaparecido… hasta ahora.

Según la investigación de AD, el cuadro hallado en Mar del Plata estaba en manos de la familia de Friedrich Kadgien, un alto burócrata nazi conocido como “el mago de las finanzas del Tercer Reich”, encargado de mover fortunas, oro y obras de arte saqueadas a través de Suiza.

Kadgien escapó tras la derrota alemana y llegó a Sudamérica en los años 50. Finalmente se instaló en Argentina, donde vivió hasta su muerte en 1978. El cuadro habría quedado en manos de una de sus hijas, quien residió en la vivienda marplatense.
Reclamo de los herederos
La nuera de Goudstikker, Marei von Saher, anunció que iniciará acciones legales para lograr la restitución del cuadro. “Es el objetivo de mi familia recuperar cada pieza robada y restituir el legado de Jacques”, aseguró.
Sin embargo, el proceso promete ser complejo, ya que la obra está en manos privadas. Especialistas advierten que, sin un acuerdo voluntario, la vía judicial puede extenderse durante años.