El Gobierno de Javier Milei anunció hoy la salida de la Argentina de la OMS. Lo hizo el vocero presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa. Se espera que la decisión se concrete a través de un decreto que firmará el presidente Javier Milei, según aseguró La Nación.
Sin embargo, el proceso para dejar la Organización Mundial de la Salud no sería tan rápido como solo decirlo.
Qué tiene que hacer Argentina para abandonar la OMS
La posibilidad de que un Estado, como Argentina, se retire formalmente de la Organización Mundial de la Salud está contemplada en la propia Constitución de la OMS.
Aun así, nunca se ha dado un caso de un país que complete todo el proceso y abandone definitivamente la organización, por lo que no hay precedentes prácticos que ilustren cada paso y es posible que Estados Unidos (bajo la administración de Donald Trump) sea el primero en completar todo el proceso.
Sin embargo, jurídicamente el mecanismo está establecido. A grandes rasgos, el proceso se compondría de dos etapas:
- La decisión y trámite interno en el país (en este caso, Argentina)
- La notificación oficial al Director General de la OMS, con un período de espera para que la salida sea efectiva.
Marco legal internacional: la Constitución de la OMS
Argentina es miembro de la OMS en virtud de la ratificación de la Constitución de la OMS (adoptada en 1946 y en vigor desde 1948). Esta constitución es un tratado internacional que los Estados aceptan y ratifican según sus procedimientos constitucionales internos.
La Constitución de la OMS contiene en su texto (normalmente referida en los artículos finales) la posibilidad de denunciar o retirarse del tratado.
Generalmente, se exige una notificación oficial por escrito al Director General de la OMS.
Una vez entregada dicha notificación, por norma se otorga un plazo de preaviso (que suele ser de uno o dos años) antes de que la salida sea efectiva. Este plazo está pensado para cubrir compromisos financieros pendientes y garantizar la continuidad de programas esenciales.
Cómo sería el procedimiento interno en Argentina
Dado que la pertenencia a la OMS se formalizó mediante un tratado internacional, Argentina tendría que seguir el procedimiento que establece su Constitución Nacional y sus leyes relativas a la aprobación y denuncia de tratados:
- El Poder Ejecutivo (Gobierno Nacional) debería proponer la decisión de denunciar (es decir, “dar por terminado”) el tratado de la Constitución de la OMS.
- En Argentina, los tratados internacionales tienen jerarquía superior a las leyes (artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional) y, por lo tanto, su denuncia suele requerir la intervención del Congreso.
- Para que sea válida la denuncia, el Congreso (mediante una ley o decisión parlamentaria) debería respaldarla.
- Una vez que el Congreso apruebe la denuncia del tratado, el Presidente deberá promulgar la norma.
Con la ley de denuncia promulgada, el Gobierno notifica oficialmente al Director General de la OMS la intención de retirarse.
Desde ese momento comienza a computar el período de preaviso que figure en la Constitución de la OMS.
Existe la posibilidad de negociar acuerdos específicos de cooperación si el país (Argentina en este caso) decide mantener ciertas colaboraciones con organismos vinculados a la OMS, pero ya no desde la posición de “Estado Miembro”.
Cuáles pueden llegar a ser las consecuencias para Argentina
- Falta de precedentes: Aunque el mecanismo existe sobre el papel, ningún país ha concretado su salida definitiva de la OMS. Eso quiere decir que, en la práctica, habría una alta incertidumbre sobre cómo se ejecutarían algunos pasos y qué reacciones internacionales podría haber.
- Repercusiones internacionales: Dado que la OMS es una agencia especializada de Naciones Unidas y coordina gran parte de la política sanitaria mundial, la salida podría tener consecuencias diplomáticas y en la reputación internacional del país, así como en la participación en otros foros multilaterales de salud.
- Aspecto económico y sanitario: La OMS brinda o canaliza apoyo financiero, técnico y de vigilancia epidemiológica. Salir implicaría que Argentina tendría que gestionar y costear, de forma independiente o con otras alianzas, diversas funciones que hasta ese momento eran apoyadas por la OMS.