Impulsado desde el centro hacia la periferia, el “cambio de época” obligó a redefinir la agenda de prioridades en la gestión de las ciudades, que son las que más rápido acusan el impacto de los cambios en las demandas.

El nuevo contexto ha obligado a un ajuste secuencial y, por lo tanto, hay una dinámica redefinición de prioridades y una nueva hoja de ruta en las gestiones, tal como lo reconocieron los intendentes de Córdoba, Daniel Passerini, y de Mendoza, Ulpiano Suárez.

Ambos participaron en el ciclo “Voces que suman”, organizado por La Voz, en una conversación que moderó el periodista Daniel Alonso y que se emitió por la plataforma de ese medio y por su perfil en YouTube, además de réplicas en Los Andes y en Vía País.

Ambos mandatarios integran la red de intendentes de ciudades capitales del país que vienen manteniendo reuniones para unificar estrategias y ejes de negociación con el Gobierno nacional.

En ese marco, coincidieron que el denominado “pacto de mayo” provoca una expectativa positiva para que se genere el clima político necesario para rediscutir, por ejemplo, el esquema de coparticipación. De hecho, creen que, tras el debate Nación-provincias, será el turno de que avancen en el mismo sentido las administraciones provinciales con las municipales.

Nuevo entorno

Passerini señaló que el contexto en el que fueron electos era uno y que otro es el entorno actual, cuando les toca gobernar. En esa línea, indicó que, más allá del cambio de administración nacional, hay una profundización de la crisis económica y un “agravamiento de algunos problemas que ya venían, como la inequidad en la distribución de los recursos nacionales”.

Suarez, por su parte, opinó que en un escenario “complejo y cambiante” es clave estar “enfocado en la gestión cercana a los vecinos, escuchando de primera mano”.

Frente a la expresión “no hay plata”, institucionalizada por el presidente Javier Milei apenas asumió en diciembre pasado, el mandatario mendocino destacó que hace “40 años” que la ciudad de Mendoza tiene “equilibrio fiscal”.

Enumeró que continúa el congelamiento de la planta de agentes de la administración y que hacen “seguimiento diario de la recaudación”, a la vez que buscan innovar respecto a “qué recursos se pueden generar trabajando en conjunto con el sector privado y con organismos como el BID o la CAF (banca de desarrollo para América latina), lo que requieren de una planificación detallada”.

Passerini apuntó que también en el Palacio 6 de Julio mantienen un “esquema de austeridad” y que “siguen congeladas las designaciones de planta permanente”. Añadió que “hace cuatro años el déficit era de 8,8 por ciento y hoy está en 2,4%”, pero que el horizonte es terminar la gestión “déficit cero”.

Transporte urbano. La caída de los subsidios nacionales está obligando a barajar y dar de nuevo. En el caso de Mendoza, si bien la prestación está a cargo de la administración provincial, Suárez admitió que el servicio debe eficientizarse para reducir la cantidad de vehículos que cada día ingresan (un flujo de 300 mil personas por día): “Lo necesitamos para bajar gases contaminantes; se requiere un mejor sistema con una tarifa accesible”.

Córdoba, en cambio, atraviesa una dura fase de adaptación. Passerini explicó que la alternativa que llevaron al ministro del Interior, Guillermo Francos, es la “redistribución equitativa de los impuestos a los combustibles, que en la actualidad queda 85% en el Amba”. La propuesta es acordar un esquema conforme a la cantidad de colectivos de cada ciudad.

Más allá del debate por la tarifa, el intendente cordobés destacó la incorporación de 150 nuevas unidades (50 de la Tamse y 100 de Coniferal) y adelantó que en junio estará el nuevo pliego para la concesión de un “servicio metropolitano”, ya conversado con 16 localidades del Gran Córdoba. “Vamos a abrir la posibilidad a que lleguen inversiones y nuevos oferentes”, subrayó.

Seguridad. La demanda ciudadana ha obligado a los intendentes a plantear acciones complementarias, como la Guardia Urbana, que cubre los corredores principales de la ciudad de 6 a 23. Passerini señaló que en julio pasará a cubrir las 24 horas y que los agentes tendrán chaleco antibalas y armas no letales.

“Hemos incorporado 20 domos de alta definición que permite articular con el 911 y dar el primer nivel de alerta”, añadió.

En Mendoza funciona un cuerpo de preventores desde hace 15 años. “Son 460 efectivos, 30 móviles, 50 motos y 600 cámaras (300 municipales y 300 de la Provincia), con un centro de monitoreo compartido con la Policía”, describió Suárez.

También opera un programa de alertas vecinales. Además, tanto Córdoba como Mendoza proyectan avanzar en un anillo digital en la circunvalación para eficientizar el aporte comunal a la seguridad.

Narcotráfico. Ambos intendentes reconocieron la preocupación por el avance del narco y del crimen organizado. En Córdoba, parte de la respuesta pasa por el “fortalecimiento del tejido social”, siguiendo el modelo de Medellín (Colombia), con más parques educativos, centros de encuentro barrial y escuelas, además del enfoque sanitario.

Mendoza, en tanto, hace foco en la articulación con la Policía y a partir de un proyecto de ordenanza que, dijo Suárez, “busca poner fin a los espacios que son refugios para delincuentes”.

Obras y planificación

Tanto Suárez como Passerini consideran que hay obras que son “prioritarias” y que no pueden frenarse, aún en condiciones de restricción de recursos. El intendente mendocino apuntó que en la agenda planteada a la Nación está la continuidad de los proyectos que se encuentran avanzados, con financiamiento del gobierno central.

“Hay un compromiso de retomar algunas de ésas obras. Es fundamental mantener una coherencia. ¿Cuántas escuelas y hospitales podrían terminarse con uno de los aviones que ha comprado la Nación? (en referencia a las aeronaves adquiridas a Dinamarca). Si nos plantean coherencia hacia abajo, la pedimos también”, señaló.

Con todo, se define “optimista” sobre el rumbo de la economía y cree que se podrá trabajar “articuladamente” con Nación.

“Creemos en el Estado presente, tanto en servicios como en obras –añadió Passerini–. Tenemos al sector privado integrado a las decisiones; con la ordenanza de la ‘mancha urbana’ estamos rediscutiendo el uso del suelo, promoviendo una densificación ordenada. Queremos avanzar con Nación en la posibilidad de acceder al financiamiento de organismos internacionales; podríamos ser sujetos de crédito directo”.

A mediano plazo, indicó que Córdoba busca “crecer de manera inteligente, ser una smart city por tecnología e innovación”. Destacó el “liderazgo en políticas ambientales”, con la reducción de basurales a cielo abierto y la gestión en la recuperación de los residuos.

En ese línea, consideró que es un estímulo la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de haber elegido a Córdoba como “centro de innovación en excelencia en economía circular”. Agregó que la Unesco declaró este año a Córdoba como “ciudad del aprendizaje”, en reconocimiento a la educación que “viene transformándose, dándole a los chicos desde el inicio acceso a la informática, a la robótica e idiomas”.

Suárez aportó acciones que se vienen implementando en Mendoza. “La ciudad es el lugar para vivir, para recrearse, para estudiar, para envejecer. Hacia eso vamos, lo que requiere una transformación puertas adentro para llegar con mejores servicios”, dijo.

Indicó que trabajan para instrumentar el estacionamiento medido digital, además de sumar tecnología e inteligencia artificial para la gestión del tránsito, la detección de microbasurales y la mejora de la seguridad.

“Vamos a avanzar en la creación del ‘distrito fundacional’, que es poner en valor la zona este de la ciudad. Está programada la ‘Estación Mendoza’, que es la recuperación de 24 hectáreas en el Centro que son un pasivo urbano y hay que aprovecharlo con desarrollo habitacional, comercial y un parque”, explicó.

Daniel Passerini, intendente de Córdoba: “Es más duro en lugares alejados del poder central”

“Fuimos electos en un país muy distinto del que es desde que asumimos en diciembre pasado. No sólo por el cambio de gobierno a nivel nacional, sino por el agravamiento de algunos problemas que ya venían como la inequidad en la distribución de los recursos nacionales. La frase que institucionalizó el presidente Javier Milei ‘no hay plata’ pega más fuerte en los lugares más alejados del poder central. Las provincias han sentido la caída muy fuerte de los recursos que venían de la Nación, lo que impacta también en la coparticipación de los municipios con el agravante de que el Estado nacional se ha retirado de algunas de las funciones que tenía. Los intendentes de ciudades capitales nos hemos reunido, hemos repensado acciones en conjunto, planteado alternativas y buscamos replicar experiencias que funcionan”.

Ulpiano Suárez, intendente de Mendoza: “Hoy, la urgencia de la gente es la economía”

“En la Argentina, el 92 por ciento de la población vive en ciudades, por eso el desafío es repensarlas y gestionarlas en un contexto complicado desde lo económico, lo político y lo social. Además, el 47 por ciento de los habitantes vive en ocho grandes conglomerados urbanos. Gestionamos en un contexto cambiante y complejo. Por lo tanto, hay que estar enfocados. Igual, no necesitamos de una encuesta para saber lo que está pasando en la calle y entender que, hoy, la urgencia de la gente es la economía. El desempleo y la pobreza impactan en las ciudades, en las demandas de los servicios, a lo que se suma el aumento de la inseguridad, que es transversal. Los gobiernos locales asumimos cada vez más responsabilidades, incluso muchos más allá de la agenda tradicional, y lo hacemos en un escenario de caída de recursos”.