Como todo: también las fiestas infantiles adquirieron una evolución impactante con el correr de las décadas. Las simples reuniones en la casa familiar del siglo pasado fueron modificándose. Desde hace unos años, el alquiler de salones y toda la parafernalia que conlleva tomaron protagonismo, pero... la crisis obliga a recortar por ahí también y retomar viejos hábitos: menos es más.
Los alquileres de peloteros son, habitualmente, por 2 horas y media, para alrededor de 40 personas entre niños y adultos (promedio) e incluyen snacks para los menores, animación y no mucho más. Claro: la mayoría incluye una extensa lista de extras a un costo adicional.
Se podría pensar que los precios de los salones tienen que ver con la zona en la que se ubican: no es tan así. Puede depender del tamaño del lugar, de los características que tenga y del servicio. Así, podemos encontrarnos con un sorprendente presupuesto de más de $ 400.000 en un salón de Villa Luzuriaga, en La Matanza (Nijash Kids, precio de marzo) como con una propuesta de 180.000 en Villa Lugano, Capital Federal (Club Pampero, precio de marzo).
Cómo está hoy la demanda de salones infantiles
Analía P. es propietaria de La Casa de Tino, en Laferrere. Señala que si bien no nota una baja importante de las reservas, sí hubo un descenso en la contratación de adicionales. “Bajó alrededor de un 10%/15%. Ya no piden tanto, por ejemplo, los shows, animaciones, maquillaje artístico. Contratan lo básico como para no sumar más”, indica. El servicio básico en su salón cuesta $ 85.000.
Por su lado, Gladys S., dueña de Estación Arcoíris, en González Catán, asegura que está trabajando bien pero sí nota que “a la gente le cuesta pagar”. “No estoy cobrando lo que debería para tener trabajo y que sea lo más accesible posible para quienes contratan”, dice. Destaca también que es común la reserva con mucho tiempo de anticipación, de modo que la gente arma una especie de “plan de pago” hasta la fecha del evento. El servicio básico en su salón cuesta $ 76.900.
Desde Rolfi Fiestas Infantiles, un espacio de Parque Patricios, la propuesta es “congelar el precio con un 30% de reserva”. No importa si el evento se realiza dentro de tres meses: de esta manera se le da al cliente algo de aire para completar los $ 230.000 que cuesta un servicio básico.
Sin torta, no hay cumpleaños
En aquellas décadas que mencionamos al principio, las tortas eran caseras y la decoración con granas. Pero los tiempos cambiaron y la decoración repostera avanzó.
Si bien las tortas de cumpleaños en las confiterías pueden conseguirse entre $10.000 y $15.000, un clásico de estos tiempos es que la torta acompañe la deco temática de la fiesta: Mickey Mouse, Frozen, Paw Patrol, La Granja de Zenón y cientos de opciones.
Estas tortas se hacen a pedido: se personaliza temática, rellenos y tamaño, depediendo la cantidad de gente.
Yudith V. es repostera y también realiza decoraciones. “Hoy una torta de 25 porciones, de 2,5 kilos, sale aproximadamente $ 35.000″, asegura.
No. La torta ya no se corta en una mesa normal: la torta está ubicada es una mesa decorada con paletas, cookies y cupcakes. Y siempre respetando la temática. “La deco temática ronda los $ 120.000 y un box party, $ 45.000″, agrega Yudith. En suma, la mesa de la torta armada, que suele usarse también como marco fotográfico, llega a un total de $ 200.000.
Puede estar, puede no estar
Souvenirs, bolsitas de golosinas, piñata, show de magia, stand de maquillaje, cabina de fotos, letras gigantes para la deco... Cositas que suman si se quiere hacer un evento con “todos los chiches”. Pero, en tiempo de vacas flacas, también pueden no estar y la personita agasajada va a disfrutar igual.
Solo una bolsa de caramelos masticables cuesta no menos de $ 5000 y una piñata, $ 4500. Los souvenirs arrancan en $1000 cada uno (por ejemplo, un vaso de plástico personalizado).
En casa, como en los viejos tiempos
Laura P. ya piensa en el cumpleaños de su hija, que es en agosto. Decidió hacerlo en su casa por una cuestión económica, pero sabe que hay cosas que son caras y difíciles de no comprar o contratar.
“Haciendo el cumple en casa no puede faltar el alquiler del inflable o una animación. Eso es caro, el entretenimiento hoy es caro”, dice.
Juan José G. es mago y su situación corrobora que, efectivamente, hay cosas que no se resignan. “En mi caso no bajó el laburo pese a la crisis. Tengo muchos clientes que ya me contrataron anteriormente o nuevos, que me contactan por recomendación”, dice. Los shows que brinda, de 45 minutos y completamente equipados, pueden ir de $ 50.000 a $ 80.000, dependiendo qué tanto de aleje de Zona Oeste, donde reside.
Si de alquilar material o juegos para entretener a los chicos se trata, incluso los precios más económicos son elevados: los inflables van de $ 20.000 a 30.000, mientras las plaza blandas, tiendas de juguetes o bloques gigantes llegan a $ 85.000. ¿Los más caros? Circuitos de juegos que pueden llegar hasta los $ 200.000.
La comida y la bebida constituyen un tema aparte: no puede faltar en ninguna fiesta, es un gasto inevitable. Quedará en cada familia la cantidad y variedad de platos que se sirvan. No obstante, hay un tip que se viene instalando para economizar: si la fiesta es infantil, no esperes que haya alcohol.