“Bañada en sangre”: cómo fue el eclipse de Luna que disfrutaron miles de argentinos

Fue un fenómeno espectacular, que desde nuestro país recién podrá volver a disfrutarse dentro de tres años. Mirá las mejores fotos del suceso natural.

“Bañada en sangre”: cómo fue el eclipse de Luna que disfrutaron miles de argentinos
Así se vio el eclipse Lunar en Arroyito.

Un fenómeno natural que dejó sorprendidos, sin lugar a dudas, a muchas personas que disfrutaron de un espectáculo hermoso: el “bañado en sangre” de la Luna, el eclipse que se pudo apreciar desde distintas partes de la Argentina y desde diferentes lugares en el mundo.

Los expertos explican que el tono rojizo de la Luna se debe al reflejo de los rayos rojos, naranjas y ultravioletas del Sol.
Los expertos explican que el tono rojizo de la Luna se debe al reflejo de los rayos rojos, naranjas y ultravioletas del Sol.

Así, durante las horas del domingo por la noche y las primeras de la madrugada de este lunes, se dio la interposición de la Tierra entre el Sol y la Luna, generando este espectáculo natural que dejó boquiabiertos a muchos.

“Bañada en sangre”

Así quedó el aspecto de la Luna durante la madrugada del lunes, tras producirse su eclipse total y al adquirir un aspecto rojizo.

El fenómeno comenzó exactamente a las 23.32 h. del domingo en la Argentina y pudo ser visto desde la mayoría de los países de América, África y Europa. Y a partir de lo que informan los especialistas, lo vivido en esta jornada no volverá a repetirse sino hasta marzo del 2025, tanto para nuestro continente como para España.

¿Por qué la Luna se volvió roja?

Este tipo de eclipse, convirtiendo a la Luna en un enorme satélite de color rojizo, se da cuando la Tierra se pone en medio entre el Sol y este satélite, proyectando así una sombra que oscurece a este último.

Lo que se debe dar es que los tres (Sol, Luna y Tierra) estén alineados, algo que resulta inusual. Así, la NASA explicó que al tiempo que la Luna pasa por el centro de la sombra que genera la Tierra, los rayos que emana el Sol están cruzando la atmósfera. Es en esos instantes que las ondas amarillas, verdes y azules se absorben en la atmósfera. Pero los que no lo hacen son los rayos naranjas, ultravioletas y rojos, que terminan reflejándose en la Luna y le dan ese aspecto tan particular.

Cabe recordar que no hace mucho tiempo se vivió un fenómeno similar, el pasado 26 de mayo de 2021, que se lo recuerda como “superluna”. En esa oportunidad, el propio satélite natural estaba más cerca de la Tierra.

Cómo se vio la Luna “bañada en sangre” desde Argentina

Desde la Ciudad de Buenos Aires, gran cantidad de personas quisieron decir presentes y se acercaron a las inmediaciones del Parque Centenario, en el barrio porteño de Caballito, en el centro de la Ciudad, y también al Planetario Galileo Galilei, en Palermo, para observar y deleitarse con el fenómeno.

Así se pudo ver a la Luna desde Buenos Aires.
Así se pudo ver a la Luna desde Buenos Aires.

Lo cierto es que se dificultó en parte su observación, debido a la gran nubosidad que presentó la noche. En lo que respecta al Planetario, donde se podía ver el eclipse a través de telescopios, hubo filas de hasta tres cuadras de personas queriendo participar de la actividad.

El Planetario de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, acogió a gran cantidad de personas que no quisieron perderse el suceso.
El Planetario de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, acogió a gran cantidad de personas que no quisieron perderse el suceso.

Por su parte, en la provincia de San Luis, las personas se reunieron en Terrazas del Portezuelo, la casa de Gobierno puntana, y formaron parte de la experiencia “La Luna en la Terraza”.

También en Ushuaia gran cantidad de familias decidieron enfrentar el frío y participar del evento, acercándose a la orilla del Canal de Beagle.

El espectacular tinte rojizo de la Luna se pudo ver desde América, África y Europa.
El espectacular tinte rojizo de la Luna se pudo ver desde América, África y Europa.

Así, miles de argentinos disfrutaron de un espectáculo que seguramente quede grabado en la memoria por muchos años.