En marzo se cumplió una década de la trágica muerte de Fabián Rodríguez, uno de los momentos más difíciles en la vida de Nazarena Vélez, junto con la pérdida de su hermana Jazmín. En ese entonces, Nazarena se encontró completamente sola, con un hijo pequeño de 3 años, dos hijos más a su cargo y una gran cantidad de deudas que no había anticipado. Para empeorar la situación, poco después perdió su hogar y tuvo que salir a trabajar, todo mientras atravesaba un dolor inmenso.
En ese momento, Barbie Vélez tenía solo 19 años y, a pesar de su juventud, se convirtió en el principal pilar de su familia. A lo largo de los años, Nazarena ha reconocido en varias ocasiones el valioso apoyo de su hija, destacando especialmente el papel que asumió en el cuidado de su hermanito menor.
Esta semana, madre e hija dieron una entrevista a Infobae, en la que recordaron esa etapa tan dolorosa que atravesaron unidas.
El duro episodio que vivió Barbie Vélez con su madre
En la charla, Barbie Vélez explicó: “Con Thiago hay una gran diferencia de edad, casi 16 años, que es la misma edad en la que muchas mujeres se convierten en madres. Lo tomé como si fuera mi bebé, pero siempre tuve claro que no era mi hijo. De hecho, ahora que soy mamá, lo reafirmo: lo que hice en ese momento no tiene nada que ver con lo que es ser madre”, destacó.
Entre risas, agregó: “Cuando me aburría, se lo daba y le decía ‘hacete cargo, es tuyo’. Y ya”. Nazarena sumó: “Fue muy presente para Titi. Un diez y es un diez como mamá hoy en día”.
La vida de Barbie Vélez como mamá
Dedicada por completo la crianza de su hijo Salvador, Barbie Vélez dio un giro de 180 grados a su rutina y se adaptó, junto a su pareja, a las necesidades de sueño del bebé, que tiene apenas 15 meses.
Según contó, mientras el pequeño Salvador duerme ella aprovecha para mimarse. “En otro capítulo de sacándole el jugo a las horas de sueño de Salva... Me hice las uñas y la rutina de skincare”, contó Barbie Vélez a sus fans.
Para cerrar, confesó: “No doy más de sueño, pero debo esperar a que se despierte mi hijo para pasarlo a nuestro cuarto, pues se durmió en su cuna”.