Efectivos policiales brasileños, con chalecos antibalas, armas largas y vehículos, revisaron una camioneta en suelo argentino, más precisamente en una de las calles principales de Bernardo de Irigoyen, en la frontera seca misionera, informó El Territorio.
Según los brasileros, las autoridades argentinas estaban al tanto de una persecución que se inició en Dionisio Cerqueira y finalizó en territorio argentino.
El comandante de la Tercera Compañía de la fuerza dijo al sitio Jornal da Fronteira que la comisión policial interviniente hacía patrullajes en el vecino país cuando "avistó un vehículo en actitud sospechosa". Entonces los efectivos le pidieron que se detenga, algo que el conductor no acató.
Siempre según la autoridad, el implicado, al parecer un comerciante de Irigoyen, decidió darse a la fuga, iniciándose así una persecución. Sin más detalles, se dijo que se avistó cuando el coche ingresó a Argentina, por lo que en esa instancia avisaron a sus colegas de la Unidad Regional XII que iban a ingresar al país para seguirlos.
Desde la Policía de Misiones, que estuvo en el lugar de los hechos, no se brindaron más detalles de su participación, aunque una fuente más que autorizada expresó que se les solicitó a los brasileños que se retiren del lugar y que luego se dio aviso a las autoridades federales para que intervengan.
Los efectivos extranjeros habrían utilizado un paso clandestino para ingresar, lo que al parecer les causó problemas a la hora de volver a su país más tarde.