El campo vuelve a estar en alerta de cara a lo que se viene en este fin de año por una importante sequía que dejó la menor cosecha en los últimos meses y que pone en jaque a la economía para este cierre del 2022. Es un tema que ya preocupa en el Ministerio de Economía y a la Mesa de Enlace.
De hecho, uno de los que ya comenzó a preparar todo para el cierre del año fue Juan José Bahillo quien se reunió con los dirigentes del sector para pensar una serie de medidas para la siembra de maíz y soja. Sin embargo, la preocupación pasa por el trigo que tuvo la menor cosecha del año.
Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción de trigo caerá 35%, de los 23 millones de toneladas de la última campaña a unos 15 millones, estimación que todavía puede empeorar. Eso implicaría que, a partir de enero, mermará el ingreso de divisas, con lo que el Banco Central contaría con unos UDS 1.500 millones menos según distintos analistas para equilibrar el mercado de cambios.
Sin embargo, la menor disponibilidad para los granos deja en jaque la intención del Gobierno que comenzar a aplicar el programa “Precios Justos”. Es que, ante una mayor demanda de granos y con la posibilidad de tener una parte de la producción para exportar, los valores de los alimentos podrían dispararse en la última parte del año.
Si bien lo más probable es que desde el Palacio de Hacienda se busque implementar algún mecanismo para reducir las ventas al exterior, lo cierto es que ante la proyección menor producción del grano, los precios podrían reaccionar de manera adelantada y repercutir en la bolsa de harina en las próximas semanas.
El acuerdo de “Precios Justos” que busca impulsar Sergio Massa
Massa se reunió con empresarios del sector alimenticio como también de higiene o limpieza, en una apuesta por un nuevo acuerdo de control llamado “Precios Justos”. Se trata de un acuerdo con empresas de consumo masivo para armar una canasta básica de 1.500 productos con precios congelados a 120 días.
Desde la Secretaría de Comercio quieren que los precios estén en los paquetes de los productos para evitar que los comerciantes remarquen sobre las góndolas los valores que deseen. Sin embargo, desde las empresas creen que es difícil ya que deberían esperar entre 60 y 90 días para lograr eso en los packs correspondientes.