Mientras un equipo técnico del ministerio de Economía ya está en Washington a la espera de Sergio Massa para empezar a renegociar con el FMI ante el incumplimiento de los objetivos fiscales y de reservas del primer trimestre, se conoció otro dato que complica la posibilidad alcanzar las metas que se evaluarán en la revisión de junio.
El viernes 21 de abril, el Banco Central (BCRA) emitió $100.000 millones para financiar al Tesoro. El giro se hizo en concepto de adelanto transitorio, una suerte de préstamo que el Gobierno podría eventualmente devolverle a la autoridad monetaria.
Esa transferencia se sumó a los $130.000 millones que se giraron al fisco en marzo, por lo que el financiamiento del BCRA al Tesoro totaliza $230.000 millones en los primeros cuatro meses del año. En consecuencia, se consumió un 60% de la meta de emisión fijada para junio, equivalente a $373.000 millones.
Si bien el nivel resulta adecuado en términos de la relación entre el tiempo transcurrido del semestre (66%) y el monto consumido de la meta (61%), puede poner en peligro el cumplimiento debido a la estacionalidad de junio.
El sexto mes del año habitualmente tiene un déficit más alto que los precedentes, impulsado por el pago de aguinaldos a empleados públicos y jubilados, entre otros. Al observar los datos históricos de asistencia monetaria al Tesoro, se ve que en junio los montos girados suelen estar entre los más altos de cada año (a excepción de momentos en los que el BCRA tuvo una política de emisión nula).
“El déficit va creciendo a lo largo del año, el momento de menor déficit es el primer trimestre y el de mayor déficit, el último trimestre. Lo mismo pasa con las necesidades financieras”, señaló Gabriel Caamaño, socio de Consultora Ledesma.
Estrategias para disimular el incumplimiento
Sin embargo, para el economista no hay un riesgo de incumplir la meta de emisión monetaria porque consideró que está mal diseñada, ya que deja mucho espacio a la autoridad monetaria para financiar al Tesoro de forma indirecta. Entre ellas, las maniobras contables que ya se realizaron en otros momentos y la compra de deuda.
“Como el BCRA puede intervenir en el mercado secundario de bonos, cuando necesitan financiamiento sale a comprar deuda del Tesoro. Por ejemplo, en la licitación de esta semana, en la que hubo mucha demanda por el bono dual, el organismo compró fuerte en el mercado secundario. Entonces, se especula con que le compró a la Anses su tenencia del título CER (TX23) para que el ente previsional pueda usar esos pesos para suscribir el nuevo bono dual”, explicó.
Por eso, Camaño sostuvo que la meta de emisión monetaria se puede acomodar de modo tal de cumplirla. En cambio, afirmó que el Gobierno no logrará los objetivos propuestos para junio en el frente fiscal y de reservas. Con respecto al primero, la meta anual de déficit de 1,9% del PBI luce desafiante luego del incumplimiento de marzo (fue 0,4% del PBI en lugar del 0,3% previsto).
En tanto, la meta de acumulación de reservas que se relajó para el primer trimestre aumentó la exigencia para el período abril-junio, que pasó de US$3100 millones a US$4900 millones. La lenta liquidación de dólares en el marco del programa de incentivos a la exportación ya anticipa un nuevo incumplimiento para junio.