El Fondo Monetario Internacional (FMI) le envió una advertencia indirecta al Gobierno nacional al señalar que el polémico canje que lanzó el ministro de Economía, Sergio Massa, debe evitar “vulnerabilidades en el futuro” pero también “debe ir acompañado de políticas macroeconómicas consistentes y restrictas”.
Julie Kozack, quien recientemente asumió el rol de vocera del Fondo en reemplazo de Gerry Rice, fue la encargada de lanzar el mensaje para la Argentina: “En lo que se refiere a la decisión reciente del Gobierno sobre la deuda, estamos al tanto de esa decisión, estamos evaluándola de acuerdo a los objetivos del programa. Desde nuestro punto de vista, una gestión prudente de la deuda es necesaria para poder mejorar el funcionamiento del mercado de bonos doméstico y el cambiario”, dijo.
Seguido, la funcionaria del organismo multilateral de crédito planteó los reparos ante el reciente plan de Massa y señaló que su implementación se debe realizar “de una manera que no conduzca a vulnerabilidades en el futuro y también debe ir acompañado de políticas macroeconómicas consistentes y restrictas”.
El mensaje resonó ante las crecientes críticas contra la medida que lanzó el gobierno de Alberto Fernández para tratar de sobrellevar la incesante sangría de dólares. Mientras, el mercado no termina de asimilar el instrumento con el que los organismos públicos tendrán que desprenderse de sus tenencias en bonos en dólares.
Los inversores materializaron su desconfianza en el segmento de la renta fija y volvieron a castigar a los títulos públicos en dólares. Una referencia es lo que sucedió esta semana con el bono AL30D que perdió 6,6% en la semana y extendió la tendencia bajista que inició a fines de enero.
El panel general de los papeles soberanos en dólares finalizó en rojo, con caídas de hasta 4,1%. Como consecuencia inmediata, Riesgo País de la Argentina avanzó el jueves 39 unidades para posicionarse en 2.497 puntos básicos, su máximo desde el 9 de noviembre del año pasado. El salto de ese indicador se traduce en un mayor costo para conseguir crédito en el exterior, tanto para el Estado como para el sector privado.
Pero es cierto que la movida de Massa pareció, hasta ahora, ser efectiva en uno de sus objetivos iniciales porque interrumpió la avanzada de los dólares financieros. Tras el anuncio, esas cotizaciones que se consiguen mediante la compra y posterior venta de bonos o de acciones se alejaron de la barrera de los 400 pesos por unidad.
El dólar MEP perdió $ 11,38 el jueves para ubicarse en $ 375,7 por unidad y así cerró la semana con una caída de $ 13,12, mientras que el Contado Con Liquidación (con el que los dólares terminan depositados en una cuenta en el exterior) bajó $7 en la víspera y cerró a $390, lo que significó un retroceso semanal de $13,4.
De cualquier manera, el Banco Central de la República Argentina continuó con sus ventas y se desprendió de U$S 88 millones. En los últimos cuatro días colocó un total de U$S 588 millones en el mercado para contener la demanda, y en el mes lleva vendidos más de U$S 1.459 millones.
En ese contexto, el informal dólar “Blue” se acopló a la tendencia bajista y cerró a $ 389, pero no logró revertir la suba semana acumulada que ascendió a $ 6.
La vocera del Fondo reforzó otros mensajes que Massa debe tener en cuenta para afrontar las urgencias de la impredecible economía y la hasta ahora imparable inflación. “Ante un contexto macroeconómico diferente, sobre todo por la sequía reciente, se requieren ahora acciones de políticas más fuertes para salvaguardar la estabilidad. Estas acciones más fuertes también se requieren para enfrentar la inflación reciente y los reveses en las políticas y mantener el anclaje del programa”, dijo Kozack.
Mientras, en la coalición opositora Juntos por el Cambio redoblaron sus críticas contra el canje y preparan acciones en el ámbito del Congreso de la Nación. Uno de los aspectos más controvertidos de la medida es que avanza sobre un porcentaje de los fondos que maneja la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Todo indica que la jugada de Massa cuenta con la bendición de la vicepresidenta Cristina Kirchner porque desde la Anses, organismo que conduce la kirchnerista Fernanda Raverta, defendieron (a través de trascendidos periodísticos) el canje.
Según el decreto publicado el jueves en el Boletín Oficial, los organismos del sector público deberán canjear los bonos soberanos en dólares de ley de Nueva York (unos 4.000 millones de dólares en bonos Global) que posean por otros títulos en pesos de ley local que emitirá el Tesoro.
Además, los organismos públicos harán subastas para vender a inversores privados los títulos Bonar -en pesos y de ley local- que poseen y el 70 % del dinero que obtengan por esas ventas deberán destinarlo a la compra de un nuevo título que emitirá el Tesoro.