Thibaut Courtois volvió a mostrar sus credenciales como arquero del Real Madrid. Ante el avance del Liverpool, salvó a su equipo del 1-0 en la final de la Champions League con una gran atajada.
Sadio Mané, ubicado más como centrodelantero en el conjunto de Jurgen Klopp, apareció dentro del área y se encargó de eludir hasta encontrar un hueco. Disparó y se cruzó con el belga.
Courtois se estiró lo más que pudo y logró frenar la pelota, que terminó impactando con el palo para el alivio de Carlo Ancelotti y todo el Merengue.