Coli es un macho yaguareté que fue rescatado en Paraguay por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y se coordinó su traslado a Corrientes para ser incorporado al proyecto de reintroducción en Iberá y, en efecto, es el segundo liberado en la provincia. En la actualidad, la especie se encuentra en peligro de extinción en Argentina, por lo que, la llegada al país le permitirá ampliar su población y aportar variabilidad genética para fortalecerla.
La caza de los yaguaretés y la pérdida de los espacios verdes hicieron que esta especie pierda más del 95% de su hábitat y que hoy sobrevivan apenas entre 200 y 250 de los mismos en el país. Gracias al proyecto que encabeza la Fundación Rewilding ya son 17 los ejemplares que están en libertad dentro del Gran Parque Iberá.
¿Cómo fue la vida de Coli, el yaguareté?
Antes de su liberación, el animal fue llevado a grandes espacios como al Establecimiento Faro Moro, cerca de Filadelfia, Paraguay, donde cuentan con instalaciones para albergar yaguaretés en cautiverio, con fines de conservación. Previamente, Coli recibió la atención veterinaria que necesitaba e inició su rehabilitación en este nuevo lugar, con el objetivo de devolverlo a su hábitat natural.
Luego de un año, el yaguareté fue trasladado de Paraguay a Argentina al Centro de Reintroducción de Yaguaretés en Iberá, y no fue solo, sino con dos de sus amigables compañeros: el macho Ñaro y la hembra Kerana. Allí, Coli vivió en diferentes corrales en condiciones de total aislamiento con los humanos, cazando por sus propios medios las presas para alimentarse. El felino ya se estaba preparando para dar el próximo paso.
Tras la evaluación realizada el pasado 6 de septiembre, se abrió el portón más grande y, en una noche de lluvia, el yaguareté recuperó su libertad. Coli, ya convive con su especie y está marcando sus propias huellas en el territorio. Se espera que pronto tenga encuentros reproductivos con las hembras que viven libres en la zona, con el objetivo de ampliar su especie, bajo un sitio que, en apenas 10 años, pasó de no tener yaguaretés a albergar la mayor población de estos felinos en el Gran Chaco Argentino.
En Iberá, el yaguareté ya se está convirtiendo en motor de un nuevo desarrollo basado en el turismo de observación de fauna, una experiencia totalmente replicable en otros sitios de Argentina.