Dos fiscales pidieron hoy el procesamiento de Rodolfo Lohrman y José Horacio Maidana, ambos detenidos en Portugal, como coautores del secuestro extorsivo del estudiante Cristian Schaerer, quien fue capturado en la puerta de su casa de la capital correntina el 21 de septiembre de 2003 y, a pesar del pago de un rescate, nunca fue liberado.
El pedido fue realizado por el fiscal federal de Corrientes, Flavio Ferrini y el fiscal a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese) Santiago Maruqevich, ante el juez Carlos Soto Dávila. Para el Ministerio Público, tanto Lohrman (53) como Maidana (57) deben ser procesados como coautores del secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate exigido y haberse cometido con la intervención de más de tres personas.
"Se les imputa el haber perpetrado la sustracción, retención y ocultamiento de Cristian Schaerer con el objeto de obtener rescate por su liberación, habiendo logrado tal propósito, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento que la víctima haya sido liberada, desconociéndose su paradero actual, estado de salud e integridad física", expresa el requisito fiscal al que accedió Telam.
Los dos acusados se encuentran detenidos en Lisboa, Portugal, desde febrero de 2017 cuando fueron detenidos por robo a mano armada en ese país. Tras permanecer 14 años prófugos de la Justicia argentina, ambos fueron indagados por el fiscal Ferrini y el juez Soto Dávila, que viajaron a ese país para concretar las declaraciones.
"La extradición aún no se dio porque ambos son requeridos por la Justicia, no sólo de Portugal sino también de Hungría y Praga", informó Soto Dávila. La investigación para dar con ambos prófugos, que tenían alertas rojas y estaban entre los delincuentes más buscados del país, se inició a partir de un intercambio de información entre la Policía Federal con las fuerzas de Alemania y Brasil, ante la sospecha de que Lohrman vivía en alguno de esos países, pero no fue localizado.
Posteriormente, se determinó que Maidana residía en Portugal bajo el falso nombre de Jorge Miguel Tavares da Costa y que bajo esa filiación había efectuado envíos de dinero a su hermana a través de la empresa Western Union. Desde entonces, se inició un intenso intercambio de datos con la Policía portuguesa hasta que se informó de un hecho que fue fundamental para el éxito de la investigación: el arresto de dos hombres por robo a mano armada en la ciudad de Aveiro, situada a unos 250 kilómetros de Lisboa.