El domingo por la noche en la localidad correntina de Mburucuyá se disputaba un partido de fútbol cuando una decisión del árbitro provocó la ira de un jugador quien le terminó propinando un fuerte cabezazo que lo mandó al hospital local.
Las heridas provocadas tuvieron una gravedad que obligaron a derivarlo a esta capital, más precisamente al Hospital Escuela. En principio por testimonio de testigos, las diferencias solamente se tratarían de cuestiones futbolísticas.
El agresor fue inmediatamente detenido por la policía local y puesto a disposición de la justicia. Todo el pueblo sigue con estupor este caso altamente llamativo.