Un aberrante hecho ocurrió en el barrio Arco Iris de Goya Corrientes. Un chico de 12 años era obligado por su madre y padrastro a vender churros en la calle y si regresaba con parte de la mercadería lo castigaban físicamente.
El martes la venta no fue total, en su casa no entendieron que no pudo convencer a sus compradores y la paliza como represaria llegó al cuerpo del chico.
Cansado del maltrato, decidió huir de la casa luego de sufrir una brutal golpiza con una manguera y salió a pedir ayuda.
En principio deambuló toda la noche y dos remiseros luego de advertir su situación lo llevaron hasta una radio local. Patricio Palizá es fiscal en Goya y al escuchar esta situación tomó el caso de oficio.
El principal agresor seria el padrastro, quien se encuentra prófugo de la justicia.
Según se supo son cuatro hermanos en la casa, ninguno de ellos va a la escuela y hasta fueron obligados a dejar la escuela.