Es un caso sin precedentes en el país. La decisión fue tomada luego de escuchar el crudo relato de la futura mamá, una adolescente de 17 años abusada por su padrastro que se negaba a continuar con el embarazo. Esta posibilidad no está contemplada en la legislación vigente.
La chica se presentó en el juzgado de Paso de los Libres, Corrientes, el 27 de marzo. La acompañaba una tía, la misma que la albergó en su residencia de la localidad de Yaguarí, a 80 kilómetros de esta localidad, cuando la víctima decidió escapar de la casa que compartía con el abusador, pareja de su madre.
El hombre fue denunciado y sobre él rige una prohibición de acercamiento a la chica. "No quiero tener de nuevo otro bebé a la fuerza", le dijo a la jueza de familia Marta Legarreta, antes de pormenorizarle el martirio en el que vive desde los 13 años.
Este es el segundo embarazo fruto de las reiteradas violaciones. Del primero nació otra nena a la que, según su desconsolado relato, cría a duras penas.
La primera intención de esta joven madre ante la justicia, fue la de interrumpir el embarazo. Pero debido al tiempo de gestación (23-24 semanas) se le prohibió porque los riesgos eran muy altos.
El 13 de julio nació la beba que fue ofrecida en guarda provisoria a la pareja de aspirantes elegida por el juzgado. Son los que más cerca viven del lugar de nacimiento y no tienen hijos. Si todo va bien, cuando la recién nacida cumpla 45 días (ahora tiene 18), recibirán la guarda preadoptiva y en seis a nueve meses la adopción plena.
"No los voy a molestar nunca, quédense tranquilos", le dijo la adolescente a la pareja cuando se conocieron en el juzgado.