Desde hace tres años, la provincia de Córdoba sufre de sequías por la falta de lluvias. La escasez de precipitaciones se evidencia en los arroyos secos, diques con menor caudal y la situación preocupa de cara al verano.
En lo que va del año, el acumulado de lluvias en la Capital y el área central ronda los 400 milímetros. Se esperaban unos 540 y lo “normal” para cerrar el año son 775 milímetros.
Por qué llueve poco en Córdoba
El fenómeno de La Niña es el factor principal de la ausencia de grandes lluvias en la provincia y otros sectores del país. Además de Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, el Litoral, el este de San Luis y el oeste de la Patagonia también presentan esta situación.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó una probabilidad de lluvias menor a lo normal para los próximos meses. Octubre, noviembre y diciembre están bajo la lupa.
”Lo que hubo este año es una Niña de débil a moderada, y al llegar el verano se observa en los pronósticos que va a tender a debilitarse algo más, por lo que empezarán a jugar otros factores que contribuirán o inhibirán los efectos que tiene La Niña”, aseguró la meteoróloga Cindy Fernández en diálogo con Télam.
Las consecuencias de la escasez de precipitaciones en Córdoba
Los embalses de Córdoba que acopian el agua de las cuencas serranas ya sienten el bajo nivel de líquido. Los diques San Roque en Punilla; La Viña, Traslasierra; Los Molinos, Paravachasca y Cruz del Eje son un ejemplo y distan de sus buenas épocas.
El fenómeno climático también repercute en uno de los rubros más relevantes de la provincia, el agro. La Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías de la Secretaría de Agricultura de la Nación informó que hay 141 millones de hectáreas afectadas en el país.
En Córdoba son vitales la soja y el maíz. Se espera que suban los registros de precipitaciones en los próximos meses, para evitar complicaciones.