Pasaron poco más de siete años del día en que Paola Acosta fue encontrada sin vida en una boca de tormenta ubicada en Domingo Zípoli e Igualdad, de la capital de Córdoba. Junto a ella también estaba la pequeña Martina, de 1 año y 9 meses, a quien Gonzalo Lizarralde, su papá, también creyó haber matado. Todo este tiempo pasó para que por primera vez brinde declaraciones un testigo clave de esa causa, un hombre que fue el último en ver a Paola, Martina y al asesino.
Se trata de Pablo Oscar Heredia un testigo que brindó un testimonio clave durante el juicio, para que finalmente Gonzalo Lizarralde vaya preso. “No doy notas no porque no quiera, es que no puedo hablar”, explicó el hombre en diálogo exclusivo con TN.
Cómo fue el caso Paola Acosta
El 21 de septiembre de 2014 fue el día en que Paola Acosta fue hallada sin vida en la boca de tormenta ubicada a metros de una de las panaderías de las cuales Lizarralde era proveedor. Tres días antes, quien era el papá de Martina se comunicó con Paola para avisarle que le llevaría el dinero de la primera cuota alimentaria: 1.400 pesos.
Luego de ese encuentro nada de supo de Paola o Martina y por eso sus familiares decidieron hacer la denuncia. Luego de días de intensa búsqueda se conocería el horror: Gonzalo Lizarralde había atacado a puñaladas a Paola y a Martina dentro de su camioneta y creyéndolas muertas las arrojó en la alcantarilla mencionada, en la ciudad de Córdoba.
Luego de un año llegaría el juicio donde se comprobó que Lizarralde era el asesino. “La nena tenía cortes en el cuello, estaba con hipotermia y deshidratada en la alcantarilla. Pido prisión perpetua, ¿alcanza?”, había dicho el fiscal Diego Albornoz. Lizarralde finalmente fue condenado a cadena perpetua.
Los últimos momentos de Paola Acosta y la palabra del testigo clave
Como se mencionó, Pablo Oscar Heredia brindó declaraciones claves durante el juicio. Él era vecino de Paola Acosta ya que vivía en el departamento del frente del de la joven.
“Era una madraza. Trabajaba en varios lugares para mantener a los chicos y los fines de semana vendía cosas en una feria. Ella no quería que el padre de la nena (por Lizarralde) le pusiera el apellido o la reconozca. Solo le pidió ayuda económica porque no podía sola con los tres y la bebé era muy chiquita”, indicó el hombre a TN.
El hombre sigue emocionándose en su relato. Sobre la fatídica noche, recordó: “Yo volví de trabajar y me senté un rato, como siempre hacía, en el hall de entrada”. En ese momento apareció Lizarralde en su camioneta y Paola bajó de su departamento junto a Martina. “Me acuerdo que la nena me saludaba por la ventanilla”, indicó Heredia.
“En ese momento los escuché discutir, hablaban fuerte los dos”, rememoró el hombre que finalmente decidió entrar a su casa para evitar incomodar a Paola. “Si en lugar de irme la hubiera defendido...”, se lamentó y agregó “siento que la podría haber salvado”.
Heredia le comentó a su esposa la escena de la que había sido testigo, pero había algo más que le llamaba la atención: nunca escuchó que Paola haya regresado a su departamento.
Durante el juicio, Heredia indicó que había visto a Lizarralde con Paola y describió la camioneta con tanta precisión que la Policía identificó el vehículo en un allanamiento pese a que el acusado en su declaración había dicho que su vehículo era otro. Después de las prueba de luminol se comprobó que en la parte trasera de la camioneta había sangre por todas partes, a pesar de que Lizarralde la había hecho lavar tres veces.
La vida de Martina
Actualmente Martina tiene siete años, va a la escuela primaria y está bajo la guarda de “Maru” Acosta, hermana de Paola. “Ella sabe que su mamá se murió cuando era muy chiquita, le contamos que es una estrella que está en el cielo y que brilla mucho”, contó “Maru” en otra entrevista.
“Le hablamos bastante de Paola, de cuánto la quería, de cómo era, le mostramos algunos videítos de ellas dos que guardamos en teléfonos viejos”, agregó.
En diálogo con La Voz, hace algunos meses, contó que a la nena le gusta ver películas, jugar con sus muñecas y suele pasar mucho tiempo en el patio con su abuela cuidando las plantas.