En 1986 pocos sabían de Qatar, y mucho menos ubicar en el mapa a Bangladesh. Para ser justos, Qatar tampoco aparecía en los atlas futbolísticos y nadie hubiera sospechado que podría ser sede de un Mundial. Y que sería el más increíble de la historia.
Empezando por la fecha. Una Copa del Mundo en diciembre era atípica, inusual, antinatural si se quiere. Es armar la formación al mismo tiempo que el arbolito de Navidad. Comprar el lechón para festejar el pase a cuartos de final, y también para Nochebuena. Pedirle a Papá Noel la Copa, para levantar las copas el 31 de diciembre, con motivos de sobra para festejar.
En 1986 nadie podría imaginar que pasaría tanto tiempo para volver a gritar CAMPEONES. Y menos aún que sería en Medio Oriente. Transcurrieron 36 años, mucho más que Mil y una Noches, para la tercera estrella pegada en el pecho.
En aquel Mundial de México, jugó Irak, como en el ‘78, lo hizo Irán, y hasta compitió Marruecos, que llegó hasta octavos y perdió con Alemania. Pero Qatar.... Ahora sabemos todos donde queda. Y también Bangladesh.
LOCURA POR LA SELECCIÓN, ANTES Y AHORA
En aquel Mundial de México ‘86 muchos querían el títulos por Argentina y por Diego Maradona. En Qatar 2022 casi todos querían la coronación por Argentina y por Lionel Messi. Hubo locura, delirio y emoción, por los dos primeros logros fuera de casa.
Los festejos en Córdoba recorrieron las calles céntricas, un rio Albiceleste por avenida Colón hasta General Paz, porque no había Patio Olmos aún y esa esquina era el punto de reunión para las manifestaciones populares. Este domingo 18 de diciembre, el Patio Olmos (abrió sus puertas en 1995), fue una vez más el epicentro de una fiesta masiva con más de 150 mil cordobeses, hasta la madrugada.
En el ‘86 no todas las fotos eran a color, y algunos televisores se veían en blanco y negro todavía. Ahora, las fotos se sacan con el teléfono y los partidos se ven por el celu.
Los chicos no fueron a la escuela al día siguiente de ese 29 de junio. Y casi todos faltaron al trabajo. Este diciembre, si todavía hubiera clases, ausentismo a full. Y hay Feriado Nacional.
Por las calles de Córdoba se coreaban canciones de La Mona Jiménez en los festejos, como “con una agujita de oro”; En 2022 la leyenda del cuarteto cantó campeón por las calles de Qatar.
En 1986 se cantaba contra los ingleses. En 2022 se cantó contra los ingleses.
En el ‘86 se veía venir una final entre Argentina y Francia, de Maradona contra Platini. En Qatar estaba en los pronósticos una definición entre Argentina y Francia, entre Messi y Mbappé.
El título en México se festejó como propio en Bangladesh, por la idolatría por Diego y la reivindicación ante el Imperio Británico. En 2022 se festejó como propio en Bangladesh por la admiración a Lio.
El único BAR del que se hablaba en esos tiempos, era el servía para juntarse con los muchachos para brindar. Y redes... eran las del arco.
En las dos últimas finales que se ganaron, había que ponerse la Albiceleste. En el ‘86 ganábamos 2-0 y los tenaces alemanes empataron. En el 2022 ganábamos 2-0 y el indomable Mbappé forzó el alargue.
En 1986 se hablaba del dólar y de la inflación, y en el 2022 también. Pero por un mes mágico, todo pasó a un segundo plano. Es la tierra de los campeones, de Diego y Lionel, de la tercera estrella que por fin nos ilumina la cara y nos infla el pecho.