Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón son los cabos 1º de la Policía de Córdoba acusados de ser los autores materiales de la muerte de Valentino Blas Correas el 6 de agosto de 2020. Este viernes, hablaron en el marco de la última audiencia del juicio y la madre del difunto, Soledad Laciar, les respondió.
Coautores de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por haber sido cometido en abuso de su función por un miembro de las fuerzas policiales”, es la pena que reside sobre dos de los 13 uniformados investigados.
Qué dijo Javier Alarcón
“En primer lugar, no soy un asesino, no mate a nadie y no quise hacerlo tampoco. En segundo, quiero reiterar mi más sentido perdón para las víctimas”, expresó Alarcón en el uso de su palabra. En tanto, especificó que estuvo cinco segundos en la escena y “nunca desenfundó su arma”.
Luego de hablar por un minuto, aseveró que intentó hacer lo mejor en su trabajo y que sus responsabilidades en el hecho están “muy lejos de lo que quiere atribuir la Justicia”.
La palabra de Lucas Gómez
Luego, el uniformado dueño del arma que efectuó el disparo que culminó con la vida del adolescente enfatizó en que todo este tiempo pensó lo sucedido y pidió perdón. “No fue mi intención quitarle la vida a nadie, eso mi Dios lo sabe”, focalizó.
“Espero que Dios le de la fuerza a la familia de Blas para seguir adelante. Perdón a toda la sociedad por ese hecho”, dijo al final del uso de su palabra.
La respuesta de Soledad Laciar
Laciar habló con los medios presentes a la salida de Tribunales II sobre las declaraciones de quienes aseguró sentir “pena”. “Esperaba escuchar otras cosas. Fue una falta ilusión que tuve. Me dio impotencia. Por momentos no escuché, a lo mejor porque no me llegaban las palabras y porque tenía otra expectativa”, expresó.
Más adelante, indicó que perdió las primeras esperanzas por parte de los 13 uniformados “que fueron descartados por el Gobierno”, pero espera una sentencia “ejemplificadora”. “Yo no me pongo en víctima, soy la víctima. La que no tiene a mi hijo soy yo”, ponderó.
Por último, la mujer se comparó con las madres de Plaza de Mayo y anticipó: “No voy a parar hasta que paguen todos los responsables y hasta tener la certeza de que cualquier de los jóvenes que sale a las calles de Córdoba si tiene un problema pueda buscar a un policía para que lo ayude. Voy a morir sabiendo que mi hijo va a estar orgulloso”.