Cuando Instituto consiguió que el Final 8 del Súper 20 se dispute en el Ángel Sandrín, dio un gran paso para afirmarse como candidato al título. Es que su gente colmó la capacidad del estadio, le puso clima de tribuna de fútbol y empujó al la Gloria a la final, que se jugará este sábado.
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Ocurrió en el comienzo del torneo, que también tuvo a Alta Córdoba como sede de la Zona Norte, en la que terminó primero e invicto, con el acompañamiento de sus hinchas. Y también en este tramo, como se notó en cuartos de final contra un Obras Sanitarias que complicó a Instituto. Hasta que su gente se hizo sentir y el equipo levantó. Había empezado ansioso por el marco, y al final pesó a su favor.
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Contra San Martín fue otra prueba de carácter para los dirigidos por Lucas Victoriano, porque los correntinos siempre representaron un escollo. Hubo que sufrir al principio, se alentó hasta el cierre del partido y con el pasaje en el bolsillo, se escuchó el “Gloria de mi vida, dame una alegría...” para la emoción. A fuego lento, porque el Sandrín fue una caldera.
