Tras la reapertura del Parque de la Biodiversidad, inauguraron la nueva sede central del Instituto de Protección Animal. También, se reabrió el Jardín Botánico y el Paseo de la Flora Cordobesa, después de 20 años de permanecer abandonado.
Los tres espacios, junto a la Universidad Libre del ambiente formarán parte del futuro Polo Ambiental “Rubén Américo Martí”. Siguiendo con la línea ecológica, detallaron que el nuevo edificio fue construido con materiales sustentables y perspectivas ambientales.
CÓMO ES EL INSTITUTO DE PROTECCIÓN AMBIENTAL
La nueva sede cuenta con dos edificios y está ubicada entre Avenida del Piamonte, Anta y Juan Hauling, en barrio Quebrada de las Rosas. Tiene más de dos años de existencia y fue creada para fiscalizar y monitorear los factores ambientales que inciden en la calidad de vida de los vecinos de la ciudad de Córdoba.
En este nuevo espacio funcionará la Dirección de Fiscalización Ambiental y Sostenibilidad, donde se gestionan los reclamos ambientales de la ciudad y se lleva adelante el monitoreo ambiental.
El moderno edificio se construyó en base a la sustentabilidad, por lo que se utilizó un sistema de construcción mixto: muros interiores y exteriores realizados en Steel Frame, construcción en seco de gran durabilidad y flexibilidad, que reduce el descarte de materiales.
Las estructuras se destacan en eficiencia térmica y acústica, generando un gran ahorro energético en sistema de calefacción y refrigeración. Además, cuenta con paneles solares a los fines de dar un eficiente uso de la energía, además del reaprovechamiento de sus aguas grises que serán posteriormente utilizadas para riego.
El Instituto de Protección Ambiental tiene a su cargo la dirección de la Patrulla Ambiental, el Jardín Botánico y la Universidad Libre del Ambiente, instituciones que próximamente estarán conectadas por el Polo Ambiental Rubén Américo Martí.
El renovado Jardín Botánico: cuáles fueron las modificaciones
También se realizó este martes la reapertura del Jardín Botánico y el Paseo de la Flora Cordobesa. Ambos espacios ya no se encuentran separados, pues la calle de uso privado municipal que antes los dividía (Yunyent, entre avenida Chancay y Juncadillo), se convirtió en un paseo peatonal que une los sitios.
Se logró una ampliación del Jardín Botánico, que pasó de las 4,5 hectáreas a tener más de 6 a partir de su integración con el Paseo de la Flora Cordobesa. En su recorrido, se colocaron bancos de madera plástica realizados con material reciclado y se instalaron mobiliarios de hormigón en espacios con granza. Además, todo el sector cuenta con Wi-fi libre. La Plaza Central del ingreso al Jardín Botánico cuenta con luminarias solares led.
Dentro del Botánico se trabajó en diferentes sectores, especialmente en el gran invernadero que encierra el Paseo de la Selva Subtropical. En el espacio se colocó un sistema de riego fogger automático que simulará tormentas, lluvias tropicales y bruma. Además del sistema de sonido e iluminación RGB que acompañará el clima que se pretenda generar, provocando diferentes tipos de sensaciones en los visitantes.
Se repararon y se hicieron nuevos senderos internos de la Selva. Además, se colocó un sistema de riego por goteo en todos los canteros y por aspersión en sectores de césped. A su vez, se reemplazaron los vidrios rotos que forman parte de las paredes y del techo del invernadero, dejándolo totalmente renovado.
En cuanto a la señalética, se colocaron en diferentes tótems informativos, tanto en el ingreso como en el interior del lugar.
Paseo de la Flora Cordobesa: su reapertura después de 20 años
El renovado “Paseo de la Flora Cordobesa”, es un pulmón verde de 1,5 hectáreas de superficie, ubicado frente al Botánico, que permaneció cerrado durante 20 años, sin acceso al público pese a la variedad de especies nativas que alberga.
Este nuevo recorrido a través de senderos permite descubrir un bosque nativo único y autóctono que confluye en un mirador desde donde se puede contemplar el cauce del río Suquía.
En el nuevo circuito resaltan las espinas, que le dan ese aspecto de monte cerrado y su nombre, región del Espinal. También se encuentran especies del bosque Chaqueño Serrano y la Llanura Pampeana.
En ese espacio conviven diversos árboles como los algarrobos en sus distintas especies, conocidos vulgarmente como algarrobo blanco o negro y los Chañares. También, habitan variedad de aves que se alimentan de los diversos frutos, pequeñas lagartijas, cuises e insectos de todo tipo.
Finalmente, dentro del Paseo funcionará el Banco de Germoplasma, el cual estará destinado a la conservación de la biodiversidad y el resguardo del patrimonio fitogenético del monte autóctono, por medio de la selección y almacenamiento de semillas u otros organismos de reproducción como tubérculos o raíces.