Este martes, se cumplen 3 años del inicio del calvario de las familias que exigen justicia por los bebés fallecidos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba. Se trata de Francisco Calderón, cuya muerte dio inicio a una seguidilla de presuntos asesinatos en serie.
SE CUMPLEN 3 AÑOS DE LA PRIMERA MUERTE EN EL NEONATAL DE CÓRDOBA
Los papás de Francisco, Vanessa Cáceres y Raúl Calderón estuvieron presente en los tribunales, en un cuarto intermedio del juicio que se lleva adelante en la Cámara 7ª del Crimen. Para ellos, es una jornada para “honrar la vida” del pequeño y continuar su pelea por justicia.
Sin embargo, la tristeza y la decepción los embargan al revivir los dolorosos momentos durante las audiencias y al ser testigo de “todo lo que la gente se calló”. La angustia se intensificó cuando la madre de Brenda Agüero, la principal acusada, se acercó a saludar a Vanessa, provocándole una descompensación. Carlos Nayi, el abogado de la familia Calderón solicitó al Tribunal medidas para evitar futuras situaciones similares.
La falta de ayuda psicológica tras la pérdida y el doloroso proceso de explicar lo sucedido a su hijo mayor marcaron aún más la tragedia. Una prueba clave en el expediente es la “ranita” de Francisco con una mancha de sangre y signos de un pinchazo, ubicada en una pierna opuesta a donde se administra la vitamina K al nacer.
La pericia reveló que el bebé presentó bradicardia a las dos horas de vida y falleció once horas después, con elevados niveles de potasio que podrían sugerir una administración externa, aunque también se considera la posibilidad de un colapso postnatal natural. Para Vanessa, “nos robaron la confianza para toda la vida”, y siente que fueron tomados por “estúpidas” e “ignorantes”.