El piloto francés Sébastien Loeb abandonó el miércoles durante la quinta etapa del Dakar-2018, entre San Juan de Marcona y Arequipa, en Perú, después de que su copiloto monegasco, Daniel Elena, se lesionara al comienzo de la jornada.
La pareja nueve veces campeona del mundo de rallies (WRC) encalló dos veces su auto en la arena, aunque consiguieron salir. Pero al término de la primera especial, de 53 kilómetros, tiraron la toalla por los dolores de Elena, según su equipo.
La segunda vez, cayeron en un agujero de arena blanda y tuvieron que esperar la ayuda de un camión para salir.
"Fue mal, las dunas son demasiado blandas, no vimos el hoyo, golpeamos con fuerza (...) Daniel está sufriendo, pero está bien. Sin un camión (de asistencia), no hubiéramos salido ", dijo Loeb, citado por un periodista de France Télévisions, la cadena que emite la carrera.
La pareja pudo reanudar la carrera, pero en el primer punto de control ya perdía dos horas y 45 minutos respecto al líder, una brecha que podía ser decisiva para la lucha por la victoria final.
Ganador el día anterior en San Juan de Marcona, Loeb "abrió" la carrera sin tener la ayuda de las huellas de otros vehículos.
Loeb no es la primera víctima del desierto de Ica, que ha diezmado al grupo de favoritos. Su compañero de equipo, Cyril Despres, el martes, vio como sus opciones se evaporaban al perder casi 15 horas, y Nasser Al-Attiyah (Toyota), de Qatar, se dejó casi 55 minutos.
El piloto francés corría su tercer y último Dakar. Su mala suerte podría aprovecharla Stéphane Peterhansel, campeón en autos y motos y actual líder de la prueba.