Por Gabriela Martín.
En esos meses finales a veces vestía jogging con zapatos de traje. A sus hijos nos pedía abrazos; compartíamos sesiones cortas de abrazos. Empecé, ahí, a pensar en su muerte. La imaginé producto de un paro cardíaco inducido por los tres paquetes diarios de cigarrillos. O de un secuestro y asesinato, como el de su hermano. O de una distracción al cruzar la calle.
Un par de años antes, cuando todavía lo creía inmortal, le había preguntado qué música le gustaría que sonara en su velatorio.
No quiso contestar. Insistí.
Resignado, entregó su único guion post mortem: una canción tristísima cantada por un comunista como él, Alfredo Zitarrosa.
Adagio en mi país.
Poco más de dos meses antes, Martín Sivak había cumplido 15 años y quizá, con esa "impunidad" que te da la adolescencia se animaba a preguntar (e imaginar) sobre la muerte de una de las personas más importantes de su vida. El 5 de diciembre de 1990, aquellos interrogantes encontraron una dolorosa respuesta. Ese día sofocante, en el preludio de otro caluroso verano en Buenos Aires, su papá Jorge le ponía fin a su vida, saltando al vacío desde la ventana de la casa paterna.
El relato con el que empieza esta nota es el cierre del primer capítulo del libro El salto de papá, una reconstrucción que realiza el propio Martín sobre la historia de los Sivak. De su papá Jorge, un banquero que se arrojó al vacío cuando quebró su banco, y su tío Osvaldo, secuestrado y asesinado en los '80.
"En todas las familias hay historias muy trágicas, la nuestra no es única. Tuve una infancia de chico rico de Vicente López que se terminó a los 15 años. Empecé a trabajar a los 18 y como el 99% de los argentinos tuve que conseguirme un oficio y ganarme la vida. No me gusta victimizarme ni victimizar a mi familia. Para mí fue muy difícil, muy pero muy difícil. Pero con mi hermano tuvimos un impulso vital para no quedarnos atados a la historia", dice Martín Sivak en su visita a Día a Día.
Nunca ocultó quien era pero tampoco anda diciendo quien es. Se siente orgulloso de ser el hijo de Jorge y llevar el apellido Sivak, pero afirma que nunca trató de introducir el caso de su familia. “Al que me preguntaba le decía, pero no era que estaba contando todo el tiempo mi historia familiar”, expresa.
Y agrega: “Mi hermano, que es músico, vino especialmente para la presentación del libro (vive en Francia hace 16 años) y me emocionó que contara que cuando posteó la contratapa del libro en Facebook, el violinista de su grupo (que lo conoce hace 12 años) le dijo que no sabía cómo había muerto su papá”.
Sivak publicó su primer libro a los 21 años, pero éste tuvo una connotación especial. Para el periodista, acostumbrado a escribir sobre otras personas, el desafío fue muy grande. "Me llevó siete años escribirlo. Fue una experiencia muy extraña, incluso hasta de sentirme un poco exhibicionista. Pero me pasa que muchos amigos me dicen 'te conozco hace 20 años y de repente abro un libro y conozco detalles que nunca imaginé'. No siento goce de contar lo que pasó con mi papá, pero hablar sobre su vida y la historia de mi familia es hablar sobre uno mismo. En este libro conté cosas que nunca imaginé que iba a contar".
Martín vivió en Uruguay, Inglaterra y en Bolivia. Además, durante casi cuatro años realizó un doctorado en Nueva York, ciudad en la que nació su hijo y el detonante para tomar la decisión de contar su propia historia. "Mientras viví afuera, cada vez que volvía a Argentina (particularmente a Buenos Aires) me reencontraba con los fantasmas de papá. En uno de esos viajes, ya a punto de ser padre, dije: tengo ganas de escribir sobre mi papá. Empecé a hacerlo sin tener muy en claro el libro", cuenta.
En la publicación, Martín comparte sus dificultades y perplejidades con el lector. El libro, que ya va por su cuarta edición y que pronto será editado en España, tiene dos momentos muy distintos. "El primero cuando vivía en Estados Unidos y que se ocupa de los recuerdos más emotivos. En esa etapa me basaba en las cosas que me acordaba, algunos libros y expedientes judiciales del caso de secuestro y asesinato de mi tío. Básicamente está escrita sin las voces de los otros", apunta.
Y cierra: “En 2010, cuando volví a vivir en Buenos Aires, me di cuenta que necesitaba entrevistar gente. A la segunda parte, valiéndome de las herramientas del periodismo, la trabajé como un reportaje periodístico, pero con la diferencia que es un libro que está lleno de broncas y emoción”.
El autor
Martín Sivak nació en Buenos Aires en 1975. Es Licenciado en Sociología y doctor en Historia de América Latina. Desde hace más de 20 años trabaja como periodista y es docente universitario. Entre sus libros se destacan: El asesinato de Juan José Torres, El doctor: biografía no autorizada de Mariano Grondona, Santa Cruz: una tesis y Jefazo: retrato íntimo de Evo Morales (traducido al inglés, francés, italiano y chino).
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El Dato
El Salto de papá es el libro más vendido de Argentina. En tres meses, ya lleva cuatro ediciones.