Apellido de goleador y de una cuna de grandes delanteros. Mateo Klimowicz mantiene vigente la costumbre de Instituto de gritar goles de La Agustina desde temprana edad.
Por eso Tetu, como lo apodan, entró en la historia por ser el más joven en anotar en la primera albirroja, con apenas 17 años y tres meses.
"No pensé en eso, cuando entré lo que quería era hacer un buen papel. Y en el momento del gol se me nubló todo", relató Mateo.
“Todo vino muy rápido, el debut, el gol. Sentí la adrenalina cuando entré y pude convertir en esta cancha. Faltó que sirviera para el triunfo”, añadió el juvenil.