Por Matías Candoli
Casi un gol por partido. Sus números impresionan. Sus estadísticas hacen que el sueño de Gonzalo Lencina empiece a tomar cuerpo.
Porque el delantero de Belgrano nacido hace 19 años en Alta Gracia metió 18 goles en 19 partidos jugados entre el torneo Inicial y el Clasificatorio.
Y cada festejo cimenta la ilusión de que, en poco tiempo, lo tengan en cuenta para jugar en la primera del Pirata.
"Jugar en primera defendiendo los colores piratas, ese es mi sueño", fue la primera frase que tiró el goleador de la Liga Cordobesa cuando Día a Día quiso conocer su historia.
Formado en el club Malvinas y luego en las inferiores del Deportivo Norte de la ciudad del Valle de Paravachasca, tuvo que dejar el fútbol cuando llegó a la 5ª.
Él mismo contó su breve historia en el deporte y en la vida:
"Tuve que dejar por problemas familiares y de estudios. Volví en abril del año pasado nuevamente al Deportivo Norte y este año comencé la pretemporada con Belgrano. Hasta el año pasado estudié publicidad en la Universidad Siglo 21 pero dejé porque no me daban los horarios".
Con el apoyo de su familia compuesta por su papá Nelson, su mamá Mariel y Gastón, su hermano menor, el delantero del Celeste tiene la tranquilidad de apostar por el fútbol aún sabiendo lo dura que es la realidad de un jugador de la Liga.
"Es dura pero linda a la vez. No tenemos la suerte de, por ahí de jugar en la mejores canchas pero gracias a eso nos convertimos en guerreros. Hay que ser fuerte mentalmente pero sabemos que todos tenemos la misma posibilidad de jugar en cualquier lado".
Mirá también: De Liga: Enzo Peralta, goleador todo terreno
Y agradeció eternamente a su entorno familiar.
"Mi familia es todo, siempre me apoyan, van a todos los partidos y me dan mucha seguridad. Sin ellos no sería lo que soy".
Y, como dejó los estudios para dedicarse de lleno al fútbol, el delantero siguió.
"Por suerte mi familia no me apura con ese tema. La carrera del futbolista es corta y el tren pasa una vez. La facultad esta ahí siempre. Cuando quiera la voy a tener ahí. En cambio el fútbol no, los años pasan y no los repetís mas. Ojalá se me dé".
Gonzalo Lencina admira a Lucas Alario, el delantero de River. Y trata de incorporar cosas cada vez que lo ve jugar.
"Me siento muy identificado con su juego. Siempre miro sus partidos, movimientos y trato de imitarlos. Un terrible goleador", dijo el atacante pirata de su colega admirado.
Los números de Lencina hacen que, por lo menos en el club, se lo empiece a mirar con otros ojos. Hacer tanto goles llama la atención de propios y de extraños.
Mirá también: Wanchope, siempre con Instituto
En el club de barrio Alberdi se habla de este goleador aunque el juvenil sabe que será duro lograr un lugar en el plantel superior.
"Hablé muchas veces con los dirigentes, siempre me dan consejos y estan ahí para lo que necesite. Me felicitan pero saben que esto todavia no terminó y queda mucho", dijo con fe el punta de la B.
Y esa fe es la que lo lleva a pelearla desde el lugar donde le toca estar. Por eso Gonzalo Lencina se entusiasma para seguir trabajando.
Mirá también: En Liga Cordobesa, Instituto venció a Talleres con siete en cancha
"La verdad, no lo puedo creer. Es mucho, siempre trato de mejorar día a día, en cada entrenamiento para cuando llegue el sábado, dar lo mejor. Todo el equipo tiene que ver con los goles, sin ellos no sería igual", dijo el goleador.
Y, en su sueño de jugar en el fútbol grande, la imaginación del pibe lo lleva a un hipotético diálogo con Sebastián Méndez, el técnico de la Primera.
"Le diría que soy un jugador simple, que juega bien de espaldas al arco y que va bien de arriba. Humilde y que viene de una buena familia. Un delantero con gol, jaja", se animó a tirar medio en serio, medio en broma el máximo artillero de las canchas de la Liga Cordobesa.
Mirá también: El viernes, en Córdoba, se desarrollará el Congreso Internacional de básquet