Dicen que el que toca nunca baila. Ellos dejaron de bailar para tocar. "Pasa que el peso no nos ha ayudado. Como dice el Pacho cada vez que nos presentamos, 'nosotros éramos bailarines 30 kilos atrás'". Lo explica Matías Garzón, uno de los integrantes de Embrujo Sachero, la agrupación folclórica de Malagueño que este sábado presenta su primer disco.
Se trata de Tranqueando, la primera producción de la banda, con un show en el Teatro Libertad de Carlos Paz. A las 21.30, con entradas a 200 pesos.
Embrujo Sachero nació hace ocho años, de la mano de con Marcelo Herrera y Lucas Cufré, pero vieron que hacían falta más para crecer y comenzaron a sumarse Pacho Hernández y Matías Garzón. Hoy también los acompañan Pablo, en el bajo, y Mauricio, en la batería.
UNIDOS POR LA MÚSICA
Los muchachos, además de ser de Malagueño, se conocen desde muy chicos. Todos son profes de danza, tras pasar por la academia Estampa Gaucha, del papá de Matías y Mauricio.
“Más allá de tocar, esto es una amistad desde los 5 años. Es por eso que la banda está orientada hacia los bailarines”, contó uno de los Garzón.
El disco cuenta con versiones de varios clásicos del cancionero popular y un tema propio. “La música es mía y la letra es de Marcelo, que se la dedica a su papá, que falleció hace poco. Él también era cantor y guitarrero. La canción se llama Grito eterno”, contó Matías.
Marcelo, el cantante, es empleado municipal en Malagueño. Lucas es tapicero. Matías hace seguridad e higiene en una obra. Pacho es policía. También esta Pablo, bajista y estudiante, mientras que Mauricio Garzón vende instrumentos y toca la batería. Todos aportan su magia al Embrujo Sachero.