Algunos productos vienen con envases cada vez más chicos, pero al mismo precio

Mientras los precios siguen subiendo, los paquetes se encogen. La estrategia de las marcas para competir en un mercado muy deprimido.

Algunos productos vienen con envases cada vez más chicos, pero al mismo precio
Las marcas con diferentes estrategias\u002E

Hay una extraña sensación con los productos de consumo masivo, tanto los alimenticios como los relacionados con la limpieza y la higiene personal: no duran nada. O, mejor dicho, cada vez duran menos. No tema, no está derrochando en tiempos de crisis, sino que los envases son cada vez más chicos.

Así es, de manera casi imperceptible, sin avisar a los consumidores, lentamente y poco a poco, las marcas llevan a la práctica lo que en marketing se llama downsizing, algo así como “bajar la cantidad” con el objetivo de mantener el precio (o de no aumentarlo tanto).

La práctica es recurrente y la llevan delante de manera casi permanente las industrias con la idea de optimizar ganancias; sin embargo, se acentúa en tiempos de crisis, cuando el consumo cae de forma sostenida, como ahora.

“Guste o no, es un aumento encubierto”, reconoció a Día a Día Víctor Palpacelli, vicepresidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba.

“Los súper mucho no podemos hacer, porque las industrias nos dicen: ‘ahora viene así, si no te gusta, no compres”, dijo el dirigente. “Es una estrategia también para disfrazar la inflación, achicando el tamaño para aumentar menos el precio. Empiezan siempre las marcas líderes y las sigue el resto”, explicó.

Este tipo de cambios implican costos de adaptación de maquinarias y gastos en rediseño de envases que las empresas grandes pueden afrontar con mayor espalda. De esta forma, usan estas estrategias para obligar a sus competidoras más chicas a gastos extra y, con el tiempo, golpearlas en sus finanzas.

El downsizing va en paralelo al lanzamiento de segundas marcas. Apunta a los muchos consumidores argentinos que, en la mayoría de los rubros, están más dispuestos a sacrificar volumen antes que cambiar de marca.

Decenas de ejemplos. La estrategia se puede ver en las galletas de agua, por ejemplo, con el exótico nuevo gramaje de "101 gramos" para disimular la pérdida de 9 gramos (antes pesaba 110) o en las marcas de café instantáneo, que venían en frascos de 200 gramos y, misteriosamente, de a una, perdieron 30.

“En algunos casos, los productos fueron reemplazados por el formato más chico y, en otros, se encuentran en una especie de transición en el que el envase más pequeño se presenta –en principio– como alternativo, para luego quedarse como único”, explicó Vanesa Ruiz, del Centro de Almaceneros de Córdoba, que realizó un relevamiento sobre el tema.

En la entidad detallan, por ejemplo, a las galletas Surtidas, que pasaron de 500 a 400 gramos; al pan Lactal, que bajó de 480 a 430 gramos y hasta a 400; y a la mayoría de las legumbres, primero bajaron de 500 a 400, y luego a 350.

En los productos de quiosco se ve todo el tiempo: el Bon o Bon perdió 1 gramo (de 17 a 16), el chocolate Toblerone “espació” los triángulos y al Shot el envase le queda indisimulablemente grande.

El pionero fue el dulce de leche durante la crisis de 2001. Empezó Sancor, que bajó el envase de medio kilo a 400 gramos. La Serenísima aguantó un par de años, pero terminó cediendo y también se achicó. Después vino el resto. “La gente no se da cuenta de la diferencia y lleva pensando que un producto es más barato, pero en realidad está comprando menos”, explicó Palpacelli.

Según el dirigente, no sólo pasa en los alimentos. “Se está viendo mucho en productos de limpieza y de higiene personal, especialmente en artículos que la gente no compra en forma habitual, por lo que no recuerda exactamente cuál es la presentación anterior. Pasa con el contenido de los desodorantes, con el largo del papel higiénico, con los jabones y con los pañales y las toallitas higiénicas”, detalló el supermercadista.

Entre los productos de higiene relevados por el Centro de Almaceneros, están las toallas femeninas, que de 10 bajaron a 8 unidades; algunos pañales, de 11 a 9 unidades y el papel higiénico que de 74 metros que medían todos, ahora vienen de 60, 30 y “hasta de 20 metros”, reconocieron.