Por Fabricio Esperanza Especial
Si hay que mencionar a uno de los principales referentes del periodismo agropecuario en la provincia, el nombre de Ricardo Agusti está entre los primeros de cualquier lista.
Es la voz que informa sobre los precios de los mercados, las novedades del sector y los avances tecnológicos del campo en Cadena 3, la radio más escuchada de Córdoba, con sus micros diarios y sus intervenciones en los programas de la mañana y de la tarde.
Además, hace poco cumplió 30 calendarios el proyecto radial que lleva adelante en la ciudad de Marcos Juárez: Cadena Sudeste. Pero en los últimos días del año pasado, Ricardo fue el centro de un festejo que suele tener como protagonistas a chicos que promedian las dos décadas, con harina, huevos, agua y papel picado.
A los 59 pirulos, se recibió de abogado, una profesión que él mismo definió como su otra pasión, junto a la labor periodística. Un dato que no es para nada menor: hizo la carrera en cuatro años, quitándole horas al descanso y a la familia, a la que resaltó como su principal apoyo.
–La primera pregunta viene sola, y es doble: ¿por qué abogado, y por qué ahora?
–Bueno, esto arranca con una pasión que tengo desde la juventud. Cuando terminé la secundaria tenía bien marcadas dos preferencias: el periodismo y la abogacía. Me incliné por la prensa porque fue más fuerte y comencé entonces a desandar un camino allí, primero en gráfica con un periódico que se llamaba “La Región” y en el ‘86 con un proyecto radial que ya tiene más de 30 años. Con el tiempo me metí de lleno en el periodismo agropecuario, y Cadena 3 por supuesto fue el trampolín que me dio un lugar en la provincia y el país.
–¿Y cuándo vuelve el "bichito" de la abogacía?
–Siempre estuvo latente esa otra pasión. Y me llegó ese momento en el que una persona hace un balance de su vida, repasé las cosas que me quedaban pendientes y saltó la abogacía. A los 55 años me decidí entonces a estudiar, en una etapa en la que los otros proyectos ya estaban encaminados...
–Pará, pará... Si fue a los 55, ¿quiere decir que hiciste la carrera en cuatro años?
–Sí, un poquito menos. Aproveché bien los momentos que tenía libres entre una cosa y otra. Yo me levanto todos los días a las 4.30 de la mañana porque una hora después tengo el primer micro en Cadena 3. En los huecos y los fines de semana que no tenía que viajar para cubrir alguna exposición del agro, estudiaba, repasaba, hacía los trabajos prácticos. Te diría que en promedio, fueron 6 horas diarias de estudio. Era la única manera de llegar a ese objetivo, sólo había que proponérselo.
–¿Resignaste mucho en esos cuatro años?
–Sobre todo tiempo con la familia. En un primer momento me había planteado hacerlo tranqui, pero después las ganas pudieron más.
–Se requiere mucha disciplina para eso. ¿Siempre fuiste un tipo ordenado?
–Sí, sí. Esta es mi segunda carrera universitaria, soy también egresado de Ciencias de la Información. La única manera de poder cumplir con el laburo que implica estar en dos radios y la producción que hay por detrás, es tener disciplina y orden; sino, es imposible.
–Está claro que no te bocharon nunca.
–Jaja, no, no me desaprobaron en ninguna materia, traté de promocionar todas las asignaturas que pude. Llegué al final con un promedio 8,42 y la tesis la hice sobre la Ley de Radiodifusión.
–¿Pensás ejercer esta segunda profesión?
–El objetivo es hacer las dos cosas, ejercer el periodismo y también la abogacía. Trataremos de ver cómo se llevan. La visión de un periodista es, si se quiere, más idealista, la del abogado es más racional. Me interesa mucho la rama del derecho ambiental, que está ligada al agro: siempre se habló en el sector en términos de rentabilidad, pero ahora el concepto de sustentabilidad está en el centro de la escena y estará en el futuro. La preservación de los recursos, el suelo entre ellos, es un eje central.
–¿Y tu familia, cómo tomó esto de ponerte a estudiar otra vez a los 55 años?
–Eso quería resaltar. Nada de lo que logré hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de ellos. Tanto mi esposa como mis hijos han colaborado para que yo pueda dedicarme de lleno al trabajo y al estudio. Es algo que siempre se los voy a agradecer. Ahora viene otra etapa.