“Mangas de vagos, vayan a laburar”, gritó una señora en la cara a los choferes en plena Colón y General Paz, cuando la protesta ganaba este martes las calles en el segundo día sin servicios en el transporte. “Muchas gracias señora, la queremos mucho”, le respondió uno de los colectiveros, como un anticipo de lo que será este miércoles, al menos en los primeras horas, cuando cumplan el tercer día sin colectivos.
Pese a las más de 200 intimaciones que cursaron los empresarios de Ersa, Autobuses Córdoba y Coniferal a los trabajadores, ya sea vía carta documento o ante escribano público para que volvieran a las puntas de líneas; y de las palabras del mismo intendente Ramón Mestre, quien llamó a conferencia de prensa este martes, alrededor de las 10, para pedirles a los trabajadores que no tomaran a los pasajeros como rehenes, la protesta seguía durante la noche.
Desde bien temprano, los choferes volvieron a la sede de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), mientras las empresas intentaban convencer a algunos de los conductores que se habían presentado en las puntas de líneas para que salieran a trabajar.
Sólo antes de las 9, Coniferal pudo garantizar la partida de los coches de la línea 60 y después sumó servicios en la 10, con custodia policial. El resto de las transportistas ni siquiera pudo llegar al diálogo con los choferes.
Mientras el interventor de la UTA, Luis Arcando, aseguraba que debían acatar la conciliación obligatoria –la que había sido dictada por el ministro de Trabajo, Omar Sereno, el lunes, en el primer día de paro,– los muchachos de los urbanos y las muchachas de los trolebuses siguieron con la huelga.
Luis Marin, uno de los delegados de Autobuses Córdoba, llamó a marchar desde la UTA hasta Trabajo, convencido de que los recibiría el ministro Sereno.
Sin embargo, el funcionario se encargó de advertirles desde los medios: “Sólo puede haber mesa de diálogo en el marco de que acaten la conciliación (que levante el paro)”.
Marcha. Después de esperar en Trabajo sin ser recibidos –esta vez la sede se mantuvo fuertemente custodiada y los manifestantes sólo pudieron acercarse hasta 100 metros de la cartera laboral–, volvieron a la UTA, donde reiteraron que seguirían el paro. En esa marcha quedaron detenidos tres personas, quienes fueron interceptados por los policías porque generaron disturbios en la vía pública.
“Los trabajadores queremos diálogo. Fuimos el lunes y hoy (por este martes) a Trabajo. Nos hicieron esperar en la esquina, ni siquiera vino alguien a explicarnos. El único responsable es Mestre y tiene que resolver este conflicto”, lanzó Sonia Beas, una de las delegadas de los troles, que se puso al frente del conflicto junto con otros representantes de los colectiveros que piden la normalización de la UTA, está intervenida desde septiembre de 2016, cuando quedó a manos de Luis Arcando.
“Empezaron a llegar los telegramas, los despidos, lo que sea, pero nada nos va a perturbar porque nuestra lucha sigue adelante, compañeros. El señor Arcando, el que nos puso la conciliación, se tiene que hacer cargo. No nos vamos a mover. El poder concedente, quién sea, que baje alguien de la Nación, porque nosotros seguimos firmes y no nos van a voltear”, manifestó Walter Santucho, delegado de Coniferal, quien también dijo desconocer los pedidos de la UTA nacional para que se acate la conciliación obligatoria.
También Marin, de Autobuses, dijo en la sede gremial que la protesta estaba firme y remarcó: “No les tenemos miedo a los telegramas”.
De esa forma, el conflicto seguía durante la noche con casi 800 mil usuarios varados y sin un panorama certero de cuándo retomarían.
Para este miércoles, se espera la llegada a Córdoba del secretario del Interior de la UTA, Jorge Kiener, quien el martes pidió también a los trabajadores que retomen sus puestos y que acaten la conciliación: “Se ponen en una situación muy difícil si no acatan”, señaló el dirigente gremial.
Mientras desde el sector empresarial iniciaron los cálculos de los descuentos a los choferes por las horas no trabajadas. Hasta este martes la quita promedio para un chofer por haber realizado la protesta era de 5.400 pesos. Además, se advirtió a los conductores que se los esperaba hasta este miércoles, a las 6, para presentarse a las puntas de líneas porque, de lo contrario, se aplicarían otras medidas, más allá de las intimaciones. “Pueden ser desde sanciones mayores hasta el mismo despido”, adelantó el empresario de Coniferal y vicepresidente de la Federación de Empresarios del Transporte, Gustavo Mira.