Alcanzó un destacado nivel, fue de los mejores de Belgrano en la temporada y dueño de una de las vallas menos vencidas de la Superliga, con sólo 23 tantos (el campeón Racing recibió 16).
Sin embargo, a César Rigamonti le queda el sabor amargo por el descenso: "Fue la frustración más grande de mi carrera. Ni en mi pensamiento más pesimista lo hubiera pensado", declaró el arquero en Tercer Tiempo por Mitre Córdoba.
"Me cuesta volver a ser feliz. En el partido con Riestra por Copa Argentina no podía gritar los goles, porque mi objetivo era mantener a Belgrano en Primera", añadió.
Y admitió que la polémica jugada del gol de Banfield, cuando Fernando Espinoza le cobró los seis segundos, se convirtió en una pesadilla: "Me dolió muchísimo, fue una carga todo el año".
También se refirió a la partida de Matías Suárez para pasar a River. "No lo tomo como una traición, porque no se que hubiera hecho yo en una situación similar. Era una gran oportunidad para él y para su familia. Yo lo dije que hiciera lo que creyera mejor. Los hinchas se pueden sentir defraudados pero yo no".
Aseguró que no se arrepiente de haber vuelto a Belgrano, y habló sobre la continuidad para disputar la B Nacional.