Rodrigo tiene 13 años, cursa el Segundo año de la Escuela Secundaria N°14 ‘Palmas de Yatay’ de Raíces Oeste, Departamento Villaguay y vive con su padre y sus cinco hermanos tras perder a su madre el año pasado en un accidente de tránsito. El niño sueña con ser Ingeniero Agrónomo y como parte del camino a esa meta ideó su propia huerta con un sistema de riego que él mismo diseñó y construyó.
“El año pasado lo recibimos de la escuela primaria, a meses de haber perdido su mamá en un accidente de tránsito. Luego de un tiempo trascurrido se evaluó la posibilidad para él de un Proyecto Pedagógico Individual para la inclusión (PPII) y desde ese momento se trabaja como la situación lo amerita”, explicó a Nueva Zona Diego Capurro, Director de la institución educativa a la que concurre Rodrigo.
“Hace unos meses visite su casa, encontré que Rodrigo había dado vuelta la tierra de un sector del patio bastante grande, ante la consulta me dijo que iba hacer una huerta que eso es lo que le gustaba, la próxima concurrencia veo que él se había tomado el trabajo de cortar chilcas y cercar todo el predio de la huerta para que los animales no ingresen a ese sector, ¡sí! les cuento que se tomó el trabajo de separar entre chilca y chilca una misma medida todo el predio, ¡que prolijidad! le dije, y contestó, sí, porque yo quiero ser ingeniero agrónomo y tengo que calcular”, contó Capurro.
Construir los sueños
“Me comentó que no tenía insumos para semillas o plantines así que me comprometí a que la próxima semana se lo haría llegar, luego surgió el tema que no tenían agua apta para el riego ya que en la Aldea donde viven el agua es muy salada, y él dijo que haría un pozo, hoy fui y me encuentro con semejante huerta y nuevamente me sorprendo de su trabajo, donde cada planta tiene la misma separación una de otra, donde los surcos mejor hechos que por una sembradora, donde su maíz mide más de 2 metros de alto, acelgas inmensas porque a fertilizado la tierra con sobrantes de la carpintería y además con riego particular, no solo hizo un pozo de 6 metros de profundidad solo, sino que también elaboró un sistema para sacar el agua del mismo con una rueda de bicicleta, una cuerda y unas gomitas; un genio digno de destacar”, reconoció el docente.