El hecho ocurrió el 26 de marzo del año pasado en Playa Unión cuando el efectivo hirió y mató a una perra de nombre Tita con su arma reglamentaria, lo que motivó la denuncia por parte de los dueños del animal y la posterior imputación de maltrato animal y el delito por daño en concurso ideal, abuso de autoridad.
La investigación y acusación estuvo a cargo del fiscal general Fernando Rivarola y la procuradora fiscal Eugenia Domínguez. Dieron cuenta de la circunstancias del hecho y de la pretensión de poder probarlo merced a las pruebas recogidas, testimonios de vecinos, policías y de profesionales veterinarios. Destacaron que el hecho no solo afectó a la familia, sino también al Estado y a la sociedad toda.
El incidente se produjo cerca de las 14 horas del 26 de marzo del año pasado en medio de estrictas restricciones por el COVID y con gran presencia policial en las calles. La policía de Playa Unión había recibido una denuncia de que en la zona donde reside la familia propietaria de la perra, había una obra en construcción con albañiles trabajando. Para los fiscales el sargento Saavedra, al ingresar al predio de la casa donde existía una ampliación en construcción, recibió un topetazo en la pierna izquierda por la perra, fue entonces cuando disparó con su arma reglamentaria. El proyectil le ingresó por la parte superior del cuello y fue imposible para un veterinario salvarle la vida.