Joaquín Arbe, ese simple muchacho, que no paraba de correr por las avenidas de la ciudad, a pesar del frío y del calor, que más de una vez vendió números para poder viajar y correr por diferentes partes de la provincia y el país, alcanzó una marca de 2hs 11min 4seg que lo consagró como campeón argentino y subcampeón sudamericano, además de asegurarle una clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Para muchos será, la de Tokio, la carrera más importante de su vida, sin embargo, no lo es, hoy el esquelense está tratando de cambiar a contra reloj, los pasajes para su vuelta, ya que su esposa Alejandra, a punto de dar a luz.
Arbe, ese nene que empezó corriendo en la cancha del Barrio Sargento Cabral, está haciendo historia para el deporte cordillerano sin olvidar que la familia es lo más importante.