Las comunidades de La Angostura iniciaron esta semana una nueva edición del Chaku, la tradicional práctica ancestral de captura, esquila y liberación de vicuñas, utilizando los insumos entregados recientemente por el gobierno provincial.
El proceso se desarrolló a lo largo de dos jornadas intensas, en las que se logró la esquila de cerca de 250 vicuñas, bajo estrictos protocolos que aseguran el bienestar de los animales y su retorno seguro al entorno natural.
El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, destacó la importancia cultural y productiva de esta actividad, señalando que “acompañamos esta práctica ancestral y sostenible porque impulsa la producción local, sostiene una actividad profundamente identitaria para la Puna y reafirma el manejo responsable de nuestros recursos”.

Aporte provincial y fortalecimiento comunitario
Los insumos entregados días atrás —equipamiento técnico, herramientas de manejo y elementos de campo— permitieron que el trabajo se realizara en mejores condiciones, con mayor seguridad y continuidad operativa.
Según el mandatario, estas acciones se inscriben en una política de apoyo directo a las comunidades puneñas, respetando sus decisiones y su autonomía territorial.
Tal como sostuvo Jalil, “estos insumos permiten que el trabajo se desarrolle con mejores condiciones y continuidad, en línea con las decisiones que cada comunidad define para su territorio”, reafirmando que la gestión provincial acompaña pero no reemplaza la organización comunitaria.
Producción sostenible y preservación del ecosistema
El Chaku constituye una de las prácticas más representativas de la Puna catamarqueña, vinculando tradición, manejo sostenible de fauna silvestre y aprovechamiento responsable de un recurso de alto valor como la fibra de vicuña.























