Una caminata entre naturaleza y vistas panorámicas: la senda a la Cruz de San Antonio de Arredondo

Una ruta de senderismo que comienza a metros del centro de la localidad y ofrece una imponente vista del valle desde su cima.

Una caminata entre naturaleza y vistas panorámicas: la senda a la Cruz de San Antonio de Arredondo
Una caminata entre fe, naturaleza y vistas panorámicas: la senda a la Cruz de San Antonio de Arredondo

A escasos minutos de Villa Carlos Paz, una de las caminatas más accesibles y gratificantes del Valle de Punilla invita a locales y visitantes a combinar actividad física, espiritualidad y naturaleza. Se trata del ascenso a la Cruz de San Antonio de Arredondo, también conocida como Cerro La Cruz, una ruta de senderismo que comienza a metros del centro de la localidad y ofrece una imponente vista del valle desde su cima.

El recorrido parte frente a la Residencia Franciscana, ubicada sobre la Ruta Provincial 14, donde una pequeña entrada lateral —sin costo ni necesidad de permisos— marca el inicio del sendero. Desde allí, comienza una subida progresiva de aproximadamente 1,7 kilómetros por tramo, con un desnivel que alcanza los 300 metros positivos.

Una caminata entre fe, naturaleza y vistas panorámicas: la senda a la Cruz de San Antonio de Arredondo
Una caminata entre fe, naturaleza y vistas panorámicas: la senda a la Cruz de San Antonio de Arredondo

El camino es sencillo, aunque con sectores de piedra suelta que requieren precaución. Se trata de un antiguo Vía Crucis con catorce estaciones distribuidas a lo largo del sendero, que culmina en una gran cruz de hierro de más de 15 metros de altura. La estructura, erigida en 1934, lleva grabada la inscripción Christus Vivit, y se ha convertido en un símbolo de la zona.

El tiempo estimado para completar la ida y vuelta es de entre una hora y media y dos horas, según el ritmo de cada caminante. En la cima, el esfuerzo se ve ampliamente recompensado con una panorámica privilegiada del lago San Roque.

Durante el trayecto, se atraviesa un entorno de monte nativo con especies autóctonas y fauna típica de las sierras cordobesas. El circuito, sin señalización formal pero bien marcado por el tránsito habitual, es ideal para una salida matinal y también puede complementarse con actividades en el cercano arroyo San Antonio.

Se recomienda llevar calzado con buen agarre, agua suficiente, protección solar y eventualmente un bastón para apoyo en los tramos más empinados. La experiencia, accesible para personas con condición física media, es una opción ideal para quienes buscan un paseo breve pero significativo en la región.

La senda a la Cruz de San Antonio no solo ofrece un momento de conexión con el paisaje serrano, sino también un recorrido cargado de historia y espiritualidad. Una propuesta perfecta para quienes deseen contemplar el valle desde uno de sus balcones naturales más imponentes.