Finalmente, el Concejo Deliberante de La Falda aprobó por unanimidad la otorgación de lotes municipales a seis familias de la zona del Morecabo y calle Güemes, que fueron afectadas por las inundaciones del pasado mes de enero pasado en la localidad de Punilla.
Según informó La Estafeta Online, se trata de la manzana 137, del barrio Alto del Gigante, donde a través del sistema de construcción en seco (Wood Framing) se levantarán seis viviendas financiadas con fondos provinciales y municipales.
En diálogo con el mencionado medio, el intendente Javier Dieminger explicó: “Tuvimos que reacomodar los lotes para solucionar una problemática con las personas de las viviendas linderas, que usaban ese sector para salir porque en la calle que quedaba libre hay un desnivel y un canal de desagüe que impide el paso”. Y agregó: “Por esto se generó un espacio público en el límite de ambos sectores y ya estamos en condiciones de firmar el convenio con las familias para ceder los terrenos”.
La sesión del terreno será gratuita y las familias únicamente deberán abonar los costos de la escrituración, una vez cumplidos los requisitos de residencia. Respecto a la construcción de las casas, se prevé que demandará 90 días una vez firmado el contrato directo con la empresa constructora, que asimismo, deberá ser aprobado por el Concejo.
“La obra en general cuesta unos 9 millones de pesos. Provincia ya giró cuatro millones y en teoría girará cuatro más. El municipio aportará el millón restante para construir el alambrado y una mini red cloacal para aguas negras y grises”, señaló el mandatario.
Además, los grupos involucrados firmarán un convenio con el municipio no sólo para recibir los lotes, sino que en el mismo también autorizarán la demolición de sus actuales hogares ubicadas en zona de riesgo.
“Las seis familias están ansiosas de firmar el convenio. Ha transcurrido un tiempo desde enero y por ahí la parte burocrática se demora. Pero estamos a la expectativa de poder finalizar la reubicación y sacarlas de esas zonas donde no sólo se puede inundar, sino que también corren peligro sus vidas”, concluyó Dieminger.