Hoy se cumple un mes de la desaparición de Federico Bono en Huerta Grande. El caso es un misterio y la búsqueda se dificulta por falta de testigos y pistas concretas. El joven oriundo de Santa Fé, pero radicado en la ciudad de Córdoba, había llegado a Huerta Grande para cuidar y hacer mantenimiento en una casa que su familia tiene para descanso en esa localidad.
En el último contacto que mantuvo con su familia, en una charla por Whatsapp con su madre, Federico le envió fotos de la casa, de las plantas y le manifestó su deseo de “ir a pasar unos días a la montaña”.
Lo cierto es que posterior a eso, la mujer recibió un llamado de un vecino de la propiedad alertando sobre un portón que se encontraba abierto. Posterior a ese llamado, la familia Bono perdió contacto con su hijo por lo que decidieron radicar una denuncia y comenzó un operativo de búsqueda.
En el marco de este operativo se han realizado rastrillajes, recorridos con helicóptero, pero no se logra dar con el paradero del joven. Incluso, en un momento se realizó una pausa puesto que no había datos concretos.
Federico es de contextura física delgada; cabello corto de color rubio-rojizo; mide 1.78 y tiene un tatuaje chiquito de una víbora cobra egipcia en uno de sus brazos a la altura del húmero. Cualquier información sobre el paradero puede informarse al teléfono de la Unidad Judicial de La Falda 03548-422834; comisaría de La Falda 03548-426652 o los Tribunales de Cosquín 03541-454985 (Interno: 56261 – 56156).
