La luna inaugural estuvo cargada de emoción. No sólo porque el público volvió a vibrar en la Plaza Próspero Molina, sino porque también se reencontraron con una leyenda del chamamé que hace más de dos décadas no pisaba ese escenario. Ofelia Leiva emocionó a todos con su canto, que sigue intacto.
“Vengan a ver el milagro, Cosquín vuelve a cantar, que comience la fiesta”, fue la frase que dió inicio a la edición 62 del Festival Nacional de Folclore. Acto seguido el cuarteto santafesino “Caré” entonó una hermosa versión del himno nacional argentino, dando paso al grito que resulta icónico de este festival: “¡Aquí Cosquín!”, que fue acompañado por un show de fuegos artificiales. La danza de apertura, a cargo del ballet Carmín fue una explosión de ritmo y color.
“Opus 4“ dijo presente con una impecable presentación, y aprovecharon la ocasión para contar que, luego de 38 años, el grupo dejará los escenarios.
Jairo y Jorge Rojas, quienes estaban inicialmente en la grilla inaugural, estuvieron ausentes tras contraer Covid-19. Los reemplazos fueron, sin dudas, un acierto. Por un lado, Baglietto-Vitale, dos cantantes consagrados que nunca fallan y que traen bajo el brazo esas canciones que todos queremos escuchar: “Oración del Remanso”, “Piedra y camino”, “Qué he sacado con quererte” y “El témpano”, fueron algunas de las que entonaron bajo la lluvia. Por otro lado, el ex Huayra, Juan Fuentes que se lanzó recientemente como solista, fue el encargado de cerrar con una excelente actuación.
La rueda está girando, volvió Cosquín y su magia. Quedan 9 lunas por andar.